Venados, morrocoyos, ñeques, guartinajas, armadillos y zainos, entre otras especies, están a sus anchas. Piden a visitantes cuidar este paraíso del Caribe colombiano.
Artículo de Agustín Iguará G., tomado de El Heraldo.co
Foto: Cortesía.
El cierre temporal del Parque Tayrona ha permitido constatar que muy a pesar del ajetreo diario que este tiene por la masiva afluencia de visitantes durante todo el año, su ecosistema mantiene un alto nivel de conservación.
A la presencia del jaguar y del caimán aguja, cuyas huellas se encontraron por las playas de cabo San Juan y Arrecifes hace pocos días, se suman otros animales que han salido a ‘pasear’ en medio del silencio y la soledad de la reserva natural.
Guartinajas, zainos, venados, ñeques, morrocoyos, micos aulladores, cariblancos y maiceros, entre otras especies, son parte de esa fauna especial que hoy, más que nunca, es observada con respeto y admiración.
Los micos han vuelto a la copa de los árboles, ello en razón a que las lluvias recientes les han permitido encontrar con facilidad recurso hídrico. Hasta hace poco bajaban de los árboles para pedirle agua a los visitantes.
Otros animales suelen bajar hasta la playa para lamer la arena y beber el agua salada, algo que poco hacen en la cotidianidad por la presencia de los humanos, su instinto hace que se escondan.
El mico aullador recibe alimentos sin ningún problema.
Especies que habitan en el parque. El área terrestre del Parque Tayrona cuenta con más de 100 especies de mamíferos. En este grupo, Parques Nacionales Naturales destaca la presencia de los micos aulladores, una especie propia del norte de Suramérica, que viven en las partes altas de los árboles en bosques maduros. En el Tayrona estos primates buscan alimento de frutos y hojas en las zonas con más vegetación, además de ubicarse cerca de ríos, lagos o ciénagas.
Hay 36 clases de murciélagos y 5 de tortugas marinas. También se reportan 396 especies de aves, entre ellas, el tinamú chico, buitre rey, gavilán caminero, el halcón garrapatero y la torcaza morada.
Cientos de especies de invertebrados pueblan las aguas del área protegida, donde también abundan los peces.
En la franja marítima se encuentran distribuidas más de 350 especies de algas mientras que la flora terrestre tiene más de 770 plantas diferentes.
Todo este inventario natural convive actualmente en el parque, según registros oficiales de Parques Nacionales Naturales de Colombia.
El morrocoyo decidió recorrer sin afán el Parque.
La flora. La flora igualmente reverdece y se revitaliza con el cierre del Tayrona. En las 12 mil hectáreas que componen la extensión terrestre del Parque se desarrollan desde cactus hasta grandes árboles.
La zona costera del área protegida presenta la vegetación marina más rica de todo el Caribe colombiano con 31 tipos diferentes.
Un estudio del Instituto Alexander von Humboldt determina que el bosque seco tropical del Tayrona es el de mejor conservación en Suramérica.
Cuidado. Aunque con la prohibición de ingreso al área protegida (desde el 1º de noviembre), se evidencia que la naturaleza sigue viva, el llamado de los ambientalistas y de manera especial de quienes ejercen autoridad en el Parque, es que “el cuidado de este paraíso debe ser compromiso de todos”.
“El estricto cumplimiento de las normas de conducta es esencial para la preservación de todo el ecosistema”, dijo John Jairo Restrepo, su director.
Por ello el funcionario recordó que se dispone del uso racional del agua, no transitar después de las 5 de la tarde por los senderos y menos por los caminos que no están autorizados. Asimismo, no acercarse a las lagunas donde normalmente habitan los caimanes y no ingresar icopor, bolsas plásticas, pitillos y vidrios, entre otros objetos contaminantes de los ecosistemas marinos costeros.
Otra cosa importante que deben tener en cuenta los visitantes es no encender fogatas.
Cabe destacar que recientemente la Corte Constitucional dio un plazo de seis meses a las autoridades ambientales del orden nacional y regional para que elaboren un plan maestro de protección del Parque Natural Tayrona.
La limpieza espiritual, aplazada
La limpieza espiritual del Parque Tayrona por parte de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, prevista para iniciarse el domingo pasado, fue pospuesta posiblemente para este martes.
EL HERALDO conoció que el aplazamiento obedeció a que aún hay mamos y líderes de las cuatro etnias que no han bajado de la montaña. Otros ya se encuentran en el área protegida.
José de los Santos Sauna, cabildo gobernador kogui –malayo– arsario, explicó que al interior del parque se hará “un acuerdo con la naturaleza”.
Son rituales de pagamento en donde 50 líderes o mamos de las etnias Kogi, Wiwa, Arhuaco y Kankuamo, -todas de la Sierra Nevada-, se reunirán para confesar y recoger las ofrendas que colocarán en distintos puntos del lugar.
Lo hacen como alimento para el territorio, de tal manera que quede equilibrado y en armonía con las leyes ancestrales, que son las leyes de origen.
Esta es la segunda vez que en esta zona del país se cierra un parque natural. En septiembre del 2014 Ciudad Perdida, el emblemático territorio de los tayronas, permaneció sin visitantes por 15 días.