La dieta natural junto con un buen entrenemiento es lo mejor que pueden tener.
Hoy te explica su experiencia Salva.
Nos presentamos
Somos una familia amante de los animales y disfrutamos de nuestros perros manteniendo una actividad media-alta, haciendo bastantes excursiones por la montaña y practicamos agility. Personalmente siempre me ha interesado su alimentación y he intentado darles una buena dieta equilibrada.
Hace unos 5 años conocí la existencia de la dieta BARF, por mediación de varias personas que practicaban distintas disciplinas caninas que llevaban años con esta dieta y estaban muy satisfechos. Manteniendo charlas con ellos me invitaban a dar el paso, pero yo era receloso y no me atrevía. Supongo que como la mayoría, me daba mucho respeto y no tenía claro que fuera capaz de equilibrar la dieta acorde a sus necesidades.
Todo cambió con la llegada de Roc hace 15 meses. Me encontré con un cachorro que bebía grandes cantidades de agua y, en consecuencia, realizaba grandes cantidades de orina. Al mismo tiempo, parecía que el volumen de heces era mayor a la comida ingerida. Así pues, tras visitar el veterinario y probar algunos piensos, siempre de buena calidad, me animé a probar la dieta BARF.
El cambio
Comenzamos con menús de BARF comercial, era la manera más fácil de empezar mientras nos adentrábamos en un nuevo mundo. En 24 horas se notó el cambio. El volumen de agua ingerida y de heces bajó exageradamente. Imaginaros mi grata sorpresa.
Al mes de empezar cambiamos también la dieta a Shadow, un border collie de 4 años que practica agility. En pocas semanas se notó el cambio físico, se la veía más en forma y con mayor energía.
Con tan buenos resultados tocaba evolucionar. Estuvimos leyendo varios artículos por internet y diferentes libros. Al final, decidimos formular nuestros propios menús siguiendo los pasos del libro de Dieta BARF para perros, de Verónica Vicent. Invertimos tiempo en buscar sitios donde poder comprar los diferentes productos y adquirimos un arcón congelador.
Al principio no estábamos muy seguros de si esta dieta implicaría gastar más dinero, pero después de estos meses no se ha notado un cambio destacable (comparándolo con piensos de mayor calidad). Cabe destacar que intentamos realizar compras grandes, aprovechar ofertas y prepararnos los menús nosotros.
Al poco tiempo y por casualidad, cerca de donde vivimos, se organizó el curso de Nutrición natural para perros de deporte, de Verónica V., y no dudé en apuntarme.
Con todo lo aprendido y observando la mejoría física de Shadow también empezó Gollum a comer dieta BARF, un westy de 8 años que también practica agility.
La evolución
En pocos meses se ha notado el cambio físico de los dos perros adultos. Shadow está con mayor energía, tiene más ganas de trabajar y su resistencia al esfuerzo ha aumentado. Y Gollum se mantiene sin problemas de sobrepeso (al estar castrado engordaba con mucha facilidad) y se le nota más desarrollado físicamente. En ambos perros hemos notado que presentan una mayor resistencia al ejercicio y una recuperación más rápida. También hemos visto que ha disminuido el sarro, sobretodo des de que comen menos porcentaje de alimento triturado.
Por otro lado, Roc ha tenido un crecimiento gradual, sin presentar problemas de ningún tipo y desbordando energía en cada momento. Físicamente está espectacular (y no lo digo porque sea el dueño XD).
La experiencia
Tras un año dando BARF estamos muy contentos con el cambio, sin duda ha sido una buena decisión. Los tres perros están en plena forma, pelo brillante, menos defecaciones y cuando vamos al veterinario las analíticas salen correctas.
En poco más de un año, he pasado de estar receloso de la dieta BARF a estar encantado. Así que ahora soy yo el que la recomienda.
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