La orden de llamada, o “ven”, es fundamental en el adiestramiento de nuestros perros para evitar inconvenientes y posibles problemas si nos desobedece. El perro que en momentos de necesidad demuestra una buena respuesta ante su amo, puede pasear con más libertad y de manera más tranquila que aquel que hace caso omiso a la llamada. Por eso es tan importante esta orden.
No es tarea fácil conseguirlo, aunque tampoco tiene una gran complejidad. La idea es iniciar el adiestramiento en un sitio donde él esté tranquilo, sin muchas distracciones y partiendo de la orden “quédate”, por ejemplo en casa. En general, es posible empezar a enseñarle esta orden desde diferentes puntos.
La primera es cuando nuestro pequeño esta en la posición de “quedarse”, es decir, quieto, sentado. En este caso, debemos alejarnos un poco de nuestro perro, pararnos y decirle “ven”. El perro debería moverse y llegar junto a nosotros. Cuando lo haga podéis recompensadle con un premio en forma de buenas palabras y gestos de cariño, y es que no hay nada que un perro agradezca tanto como la caricia de su amo. Bueno, alguna galleta nunca viene mal ;)
Si el perro se distrajese por cualquier motivo o no nos hiciera mucho caso, podríamos utilizar el movimiento de nuestros brazos para llamar su atención y decirle “ven”.
La segunda opción hay que llevarla a cabo cuando nuestro perro no se mantiene en la posición anterior para que nos alejemos. En este caso donde nuestro peludo no se está quieto, podemos pedir ayuda a otra persona para que lo mantenga quieto hasta que pronunciemos la palabra mágica. Luego, debéis seguir los pasos anteriores.
El último caso se da cuando no se pueden llevar a cabo los dos anteriores. Debemos aprovechar el momento en el que el perro esté ocupado haciendo cualquier cosa, nos alejamos y le decimos “ven”. Si viene rápidamente, se le premia.
Algunos perritos traviesos no hacen caso de estas órdenes y son más difíciles de adiestrar. En estos casos, podéis tener en vuestras manos algo que les encante para estimular el acercamiento y recompensarle. Así, poco a poco, ira asociando la palabra “ven” con algo bueno.