Tener perros y gatos en el hogar es muy grato. Es una experiencia interesante observar su comportamiento diferente y sus travesuras diarias. Sin embargo, su inicio puede preocupar un poco a sus dueños.
La relación entre ellos estará marcada por su carácter y será motivo de observación e interés de todos los integrantes de la familia.
Aprende a cómo hacer que tu gato acepte a un perro en casa es un trabajo diario para lograr los resultados que buscas, tenemos los mejores consejos para ti. En este post te explicamos un poco los pasos para ese encuentro
También vamos a recomendarte una lectura con muchas recomendaciones para adiestrar a tu gato. Cómo castigar a un gato puede ayudarte en momentos difíciles.
Preparación del hogar
Es necesario preparar el hogar para recibir al nuevo integrante de la familia y protegerlo de la curiosidad y posible brusquedad del gato. También es necesario proteger al gato del merodeo del can. Te presentamos algunas recomendaciones generales:Crea un espacio seguro para el gato. Asegurarse de tener un espacio seguro para el gato. El espacio debe estar lejos del alcance del perro. En cada habitación del hogar el gato debe tener la posibilidad de alejarse del can. Es recomendable que tenga su habitación propia por algunos días para lograr que se sienta seguro.
Colocar la caja de arena en un lugar seguro. El gato puede ser emboscado cerca de su caja de arena. En ese caso, comienza a sentir miedo y hará sus necesidades en otro lado. Además el perro podría comer heces del gato y eso no es beneficioso para él.
Se debe mantener la comida del gato en un lugar seguro. Algunos perros se comen la comida de los gatos. Puede ocurrir y el gato pasará hambre.
Preparación de las mascotas
Conoce bien a los dos animales. Es prudente conocer a ambos animales. Del nuevo puedes tener algunas referencias de su comportamiento y grado de docilidad. Los perros son muy curiosos y se acercan a oler a otros con mucha facilidad. Los gatos no muestran tanto interés por otros animales y prefieren mantenerse a distancia..Es ideal que el nuevo integrante de la familia conozca de las órdenes. Que el perro entienda instrucciones sencillas como sentarse, dejarlo y quedarse. Son valiosas para desarrollar la relación.
Preparar refuerzos. Combinar disciplina con refuerzos positivos hará la diferencia .Los premios por la conducta de amabilidad y obediencia serán grandes aliados.
Errores en el encuentro de un gato con un perro.
Existen 4 errores básicos que se pueden cometer al propiciar el encuentro y la convivencia de un gato con un perro.Forzar la cercanía física. Es muy común tratar de acercar al gato a la cara de tu perro. Tratar de acercarlos para generar afecto. Realmente no se genera afecto así. Es posible que el gato arañe al perro. Es posible que surja un rechazo de parte de ambos. Es necesario permitir que el acercamiento surja de manera espontánea o por necesidad de alguno de los dos.
No conocer los rasgos de comportamiento del perro adoptado. Es posible adoptar un perro de un refugio y no conocer su historia o su comportamiento en ciertas situaciones. Es prudente asegurarse que el perro adoptado no sea agresivo o pueda tener problemas de conducta. Un perro destructivo o muy agresivo generará una situación de caos en el hogar. La asesoría de un buen entrenador canino puede ser útil en ese caso.
No preparar a la mascota para el cambio. A los felinos les cuesta adaptarse a nuevas rutinas. Cambia de lugar la caja de arena o cierra algunas puertas. Eso permitirá que el felino sepa de cambios antes de la llegada de la nueva mascota.
No anticipar la reacción. Estar alertas a posibles encuentros de enfrentamiento. Es importante hacer cambios pensando en las rutinas de ambas mascotas para propiciar una relación de convivencia amable.
La presentación de una nueva mascota en el hogar
Los especialistas recomiendan un tiempo de espera para ese encuentro de 5 o 6 días. Indicando la importancia de dar la oportunidad de reconocerse por el olor pero no verse o encontrarse todavía.La llegada de un perro al hogar de un gato debe planificarse. Es conveniente hacer cambios y dar tiempo para la aceptación. Por ejemplo, intercambiar las mantitas para que perciban el olor del otro. Aquí es necesario prestar atención a las reacciones : si su reacción es de desagrado es prudente prestar atención.
Coloca al gato en un lugar seguro y deja que el nuevo camine por su nuevo hogar. Esa acción puede durar media hora o 45 minutos. Es importante que el perro reconozca los nuevos olores, los nuevos lugares y su casa nueva. El olor del gato estará por todas partes y el perro lo sentirá.
Posteriormente, saca a pasear al perro. Así el gato olerá en la casa al nuevo integrante de la familia. Los animales se reconocen por su olor y cada uno reconocerá al otro.
Ubicar sus comederos cerca de la puerta de la habitación. Ello les permite percibir que nadie les arrebata su comida. Están seguros y se sienten protegidos.
Coloca una correa corta al perro. Así tienes la oportunidad de corregir y detener una acción brusca o una persecución en casa.
Conserva por unas horas al gato en el kennel si es muy asustadizo. Si el gato está tranquilo puedes permitir que salga y camine. Si está asustado y no quiere salir, no lo obligues. Es clave respetar su ritmo de adaptación para mantenerlo tranquilo.
Deja que ambos se examinen a distancia. Acaricia y habla con los dos, de ser posible, los ayudarás en su proceso de aceptación.
Ten siempre vías de escape para ambos. Los espacios del hogar que van a compartir deben tener posibles escapes para ambos. Zonas muy altas para el gato y posibilidad de correr para el perro.
La curiosidad será un buen indicador. Si existe interés por saber del otro, todo va bien. Si ladra o maúlla para llamar al otro es una buena señal.