Perro o gato, ¿qué prefieres?

Las personas nos identificamos con nuestras mascotas. El animal elegido para convivir dice mucho de nuestra personalidad.

Según un estudio realizado en la Universidad de Texas acerca de la afinidad por canes o felinos entre 4,565 personas, existen notables diferencias entre las personas que disfrutan de la compañía de un perro y aquellas que prefieren los gatos.

También, reveló que los dueños de los perros son personas más extrovertidas, tienen un sentido de responsabilidad más alto y, generalmente, son más amables. Por el contrario, los dueños de los gatos son personas mucho más independientes, solitarias, un poco más nerviosas y aventureras.

Cuando alguien dice ser más amante de los perros o de los gatos, de cierta forma, proyecta en sí mismo esta personalidad canina o felina. Los amantes de los gatos buscan situaciones o contextos más independientes y los propietarios de los perros buscan definirse en un entorno más amigable y sociable.

Si lo que estás buscando es elegir la mascota perfecta que se adapte a tu estilo de vida y expectativas, este post esta hecho para ti. Es importante saber el tiempo que dispones para cuidarlo y atenderlo. Así que, te mostraré las ventajas y desventajas de optar por un perro o gato para que sepas enfocar tu decisión.

Perros vs Gatos 

1. Higiene: Una de las preguntas que todo futuro dueño debe hacerse antes de adoptar o adquirir un gatito o perro es el tema de la limpieza. Tanto los perros como los gatos pueden bañarse. Si, ¡así es! Los perros, dependiendo de la raza y el tamaño, se harán sesiones de baño cada dos o tres meses, a diferencia de los gatos que se limpian diariamente usando su lengua.

2. Dependencia: Un gato puede estar mucho más tiempo solo sin sentir ansiedad o preocupación por que llegue su dueño. Cuando llegan a una casa nueva, la adoptan como su territorio, importándole poco quién viva ahí. Los gatos solo requieren de cuidados básicos, pueden estar completamente solos dos o tres días si tienes que salir. Lo único que necesitan es comida, el arenero y agua. Los perros son totalmente dependientes, necesitan atención en todo momento y es muy raro que puedas dejarles solos por días.



3. Obediencia: En un perro, es fundamental el entrenamiento desde cachorro para que pueda identificar a su dueño, para que conozca los límites impuestos y para que tenga una conducta adecuada. Los gatos es más difícil que nos obedezcan, ya que tienen una naturaleza felina que no conecta de la misma manera con su entorno y su dueño. Sin embargo, no es imposible si tienes el tiempo y la paciencia, ya que tienen cierto grado de empatía que hace que puedan entender emociones humanas.



4. Demostración de cariño: Nunca será lo mismo la manera en la que acaricias a tu perro, que la manera en que lo haces con tu gato. Mientras que un perro siempre busca tu atención y cariño, los gatos no tienen la misma disposición, puesto que son selectivos y eligen el momento, las personas y la forma en la que quieren que les toques. Cuando se dejan, disfrutarás de su bonito ronroneo y desearán frotar su cuerpo contra el tuyo.



5. Marcando el territorio: Si hay dos o más perros, generalmente, buscarán marcar su territorio. Si es solo uno, esto se excluye. Los gatos siempre buscan un lugar para adueñarse, si han elegido el sofá, olvídate de él porque ya lo habrá marcado como propio. No será muy amigable si se le acercan para cambiarlo de lugar.



6. Paseos: Un gato no requiere de paseos en exteriores, se puede hacer pero, en realidad, no lo necesitan. Ellos disfrutan las estancias de interior, una buena compañía y juguetes, rascadores y un lugar cómodo para dormir todo el tiempo que les plazca. Ellos mismos buscarán salir y regresar cuando deseen. Los perros, por su parte, requieren de esta actividad, por lo menos, de dos a tres veces al día. Deberás sacarlos a pasear para que mantengan sus niveles de energía y estén en forma. 



7. Zonas para hacer sus necesidades: Una de las mayores ventajas de tener un gato es el hecho de que son mascotas que defecan en el lugar correspondiente para ello, es decir, en un arenero. En el caso de los perros, resulta realmente molesto recoger las heces todo el tiempo y por todos lados, si no se le adiestra desde temprana edad a hacerlo en un solo lugar. 



8. Protección y vigilancia: Algo característico de los perros es su sentido de protección hacia los dueños y su familia. Un perro siempre velará por los suyos; en cambio, un gato solo atacará si piensa que su territorio está siendo invadido, no importa si es su dueño o un desconocido. No obstante, son mucho más observadores y vigilantes y, por eso, se acomodan siempre en lugares altos. Los perros también son vigilantes, pero en menor grado que los felinos.



9. Juegos: Ambos son juguetones, la única diferencia es la forma en la que se divierten. Por ejemplo, los hermosos felinos tienen que ser provocados con algún estambre, pelota o cascabel para que vayan a por él. Además, pueden llegar a arañar o morder, pero sólo lo hacen estando en el juego. 

En ocasiones, tampoco querrán que seas tú el centro del juego, a diferencia de los perros que siempre querrán jugar en tu compañía, llevándote juguetes o la pelota para que la lances sobre ellos.



10. Muerte: Mientras que los perros viven 12 años, aproximadamente, los gatos alcanzan una edad de 15 o, incluso, 20 años. Lo cierto es que, en los dos casos, decirles adiós puede llegar a ser traumático y el sufrimiento indescriptible para quienes lo amaron y acogieron en su hogar. La parte buena es que tendrás todos esos recuerdos y experiencias que superarán a la muerte. Nunca te arrepentirás de haber elegido la mejor compañía.



Como ves, cada uno tiene lo suyo, uno no es mejor que el otro. Para que tomes la decisión adecuada, es necesario que tengas en cuenta tu estilo de vida y tu perfil. Ahora que lo sabes, considera bien todas tus opciones y da el salto para disfrutar de una nueva compañía que, sin lugar a dudas, te robará el corazón. Vivirás muchas experiencias hermosas al lado de tu nueva mascota. ¿Ya te decidiste?

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