A nuestro entender, para que el perro obedezca nuestras órdenes es necesario que se cumplan dos requisitos:
1. Que el perro entienda lo que tiene que hacer, porque previamente se lo hemos enseñado.
2. Que nuestro perro comprenda que obedecernos es obligatorio.
En la práctica nos damos cuenta de que, además de estos dos requisitos, existe un paso previo e indispensable: captar la atención de nuestro perro. ¿Cuántas veces hemos visto la escena de una persona llamando una y otra vez a su perro en el parque sin obtener ninguna respuesta? “¡Toby, ven aquí!”… y resulta que Toby no hace ni caso… y sigue jugando con otro perro u olisqueando el césped.
Sin entrar en debates sobre unos u otros métodos de adiestramiento, parece lógico pensar que nuestro perro nos prestará más atención si asocia su nombre a experiencias positivas (o al menos nos prestará atención de forma más alegre).
Hagamos una prueba: pensemos en todas las veces que, durante los últimos días, nos hemos dirigido a nuestro perro diciendo su nombre. Si alguien nos grabara con una cámara oculta, muchos se sorprenderían al ver la cantidad de veces que se dirigen a su mascota utilizando un mal tono de voz, a modo de riña (“¡Toby, qué has hecho!”, “¡Toby, ven aquí ahora mismo!”…).
Si cometemos este error habitualmente, nuestro perro acabará asociando su nombre a experiencias negativas y puede que adopte actitudes defensivas o evasivas cada vez que escuche nuestra llamada… ¿Cómo vamos a pretender entonces que nuestro perro deje a un lado el universo de nuevas experiencias que supone la calle y nos preste atención? …
Por eso, antes de plantearnos sobre qué técnicas utilizar para adiestrar a nuestro perro, debemos asociar su nombre a experiencias positivas. Os dejamos dos reglas básicas:
– Nunca pronunciéis el nombre de vuestro perro para reñirle.
– Inmediatamente después de escuchar su nombre, vuestro perro debería encontrar sólo experiencias positivas.
ASÍ QUE, YA SABÉIS: ANTES DE LLAMAR A VUESTRO PERRO, PARAD UN SEGUNDO A PENSAR CÓMO LO HACÉIS
El equipo de DOS adiestramiento.
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