A finales de febrero se realizaron pruebas en Hong Kong a un perro que convivía con un positivo por Coronavirus. Se realizaron análisis de muestras orales, nasales, fecales y rectales; detectándose una mínima presencia del virus en las muestras nasales y orales. Días después se repitieron las pruebas, detectándose únicamente virus, en mínimas cantidades, en las muestras orales. En ninguno de los exámenes se detectó presencia alguna de coronavirus en las muestras fecales y rectales. Los científicos concluyeron que, posiblemente, aquellos virus procedieran no del organismo del animal, sino del hogar contaminado de su familia humana. Semanas después se repitieron las pruebas, no detectándose presencia alguna del virus en las muestras: el perro no padecía la enfermedad.
Es cierto que los veterinarios hablan de diferentes tipos de coronavirus que pueden afectar a los animales de compañía, haciéndose mención expresa a un coronavirus intestinal que afecta a los gatos. Pero si hablamos del Covid-19, lo cierto es que actualmente no existe ninguna evidencia científica de que los perros y los gatos puedan padecer o transmitir la enfermedad.
Dicho todo esto, recordemos las medidas de seguridad para frenar el avance de la enfermedad: lavarse las manos frecuentemente, distanciamiento social (en muchos países se ha decretado el confinamiento de la población) y taparse la boca con el codo al toser o estornudar. Recuerden que, según apuntan los científicos, el virus puede vivir durante minutos o incluso horas en diferentes superficies, como la piel, los tejidos o determinados metales de ahí que tengamos que extremar las precauciones.
¿Qué sucede con aquellas personas que tengan animales de compañía y que hayan dado positivo por coronavirus?
La primera opción debería ser dejar la mascota al cuidado de otra persona, algún amigo o familiar no infectado. Los enseres del perro (comedero, bebedero, correa, cama, etc.) deberían ser reemplazados o en su caso exhaustivamente desinfectados. En caso de que no fuese posible dejar al animal a cargo de otra persona, las indicaciones dadas por la Comunidad de Veterinarios son las siguientes: tocar al animal lo menos posible, lavarse las manos regularmente y, preferiblemente, llevar mascarilla en su presencia, para evitar toser cerca de él: actualmente no existe evidencia de que nuestra mascota pudiera quedar infectada, pero es cierto que podríamos dejar virus sobre su pelaje y no está claro cuánto tiempo podrían sobrevivir los microorganismos en ese entorno.Si el animal necesitase asistencia veterinaria, deberá acudir a la clínica en compañía de una persona no infectada, en horario de poca afluencia de público, debiendo avisar previamente a la dirección del establecimiento de nuestra visita y de que el perro o el gato convive con un positivo por coronavirus.
A pesar del anuncio de la Organización Mundial de la Salud, en algunos países se han multiplicado los abandonos de animales de compañía por el miedo al Coronavirus. Una vez más queda claro que no hay mayor pandemia que la ignorancia.
El equipo de DOS adiestramiento.
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