El día de ayer se condenó a Jason Brown de Reno (Nevada, EEUU) a 28 años de cárcel por el asesinato de siete perros acaecido en julio de 2014, en un motel de Reno.
Jason Brown torturó y mató a los animales en el motel, donde las autoridades encontraron los restos de la macabra escena en forma de cabezas decapitadas en la bañera de la habitación y el refrigerador, colas amputadas y una amalgama de jeringuillas, ropa, collares, platos y un transportín.
Los perros habían sido adoptados a través de un conocido portal llamado «Craig Lists», y dos de ellos, cruce de Chihuahua, habían pertenecido anteriormente a un residente como se pudo averiguar por las chapas de sus collares.
El juez Elliot Setter le condenó a cuatro años de prisión por cada perro asesinado, alegando que alguien capaz de cometer un crimen así contra un animal podría hacerlo también contra un ser humano, de modo que su encarcelamiento es un asunto de seguridad ciudadana.
Durante el juicio, el abogado de Brown, John Oakes, declaró el consumo de estupefacientes como la heroína o metanfetamina por parte de su cliente para alegar enajenación mental en su defensa, pero no fue suficiente para convencer al letrado. Brown pasará los próximos años entre rejas, y no podrá disfrutar de libertad condicional hasta haber cumplido once años en la cárcel.
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