Cada día que pasa se hace más evidente el impacto que tienen las mascotas en la sociedad española, y particularmente los perros. Somos muchas las personas que los consideramos parte de la familia, ¡y no es para menos!
Perros, ¡sí!, ¡sí!, ¡sí!
Visto así, no sorprende el hecho de que nuestros canes cada vez tienen más privilegios (o más bien, derechos) en el estado de bienestar español. Noticias como el reciente permiso de acceso al metro de los perros barceloneses, o las que llegan de diferentes puntos de la península e islas anunciando la apertura de «playas para perros» son cada vez más frecuentes, para alegría de los dueños.
También en los últimos tiempos está aumentando la proporción de hoteles, campings, hostales, albergues y sitios semejantes que permiten que disfrutemos de los viajes en familia con nuestros peludos. Y sitios web como Mascotas Bienvenidas, por ejemplo, nos ofrecen una amplia lista de lugares petfriendly para que podamos viajar, tomar una copa o ir de compras con nuestros mejores amigos.
Perro incluido, sí, pero con responsabilidad.
Los amantes de los animales estamos de enhorabuena, pero también debemos ser responsables. Es magnífico que se nos ofrezcan estas posibilidades para nuestros perros, pero tenemos que respetar a todas las personas, con animales y sin ellos. Procuremos siempre ser limpios.
Nuestros canes tienen que hacer sus necesidades en la calle, pero nosotros debemos recogerlas y depositarlas en los contenedores apropiados. Los dueños de perros macho debemos procurar que no ensucien el mobiliario urbano. Las fachadas de las casas, los postes, bancos, cubos de basura, esquinas varias, ruedas de los coches y motos… etc., NO son el lugar donde nuestro perro debe descargar su vejiga. Existen parques y multitud de árboles donde el animal puede hacerlo sin ensuciar, ¡y la urea de la orina es una fuente de nitrógeno para los árboles!
Recordemos también que los espacios abiertos son de todos. Si llevamos a nuestro perro suelto, debe ser porque está educado, responde a la llamada y no causa problemas a las personas que pasean (o van en bicicleta, patines…) ni a otros perros. Igualmente, si llevamos a nuestro perro a un local donde admiten animales, éste debe saber comportarse. Si conseguimos cumplir entre todos estas pequeñas normas, seguro que seguirán abriéndose puertas y espacios para estar con nuestros perros.
¡No olvidemos que ahora viajar con nuestro perro es más fácil que nunca!