Artículo de M. T. F., tomado de Heraldo.com
Perros de la última partida ilegal intervenida. HERALDO.
Desde hace años, con la llegada de la Navidad, se multiplican las campañas que pretenden sensibilizar sobre la compra de mascotas como juguetes propios de estas fechas y no como una responsabilidad que continúa más allá del 6 de enero. A esta problemática se le ha abierto, en los últimos tiempos, un nuevo frente: el del tráfico de animales. Diversas organizaciones aseguran que estas redes mueven miles de euros en España y advierten de la importancia de incrementar la vigilancia de cara a las fiestas navideñas, que es cuando intensifican su actividad.
En la memoria de muchos aragoneses aún está el cargamento de cachorros interceptado en diciembre de 2013 con 125 perros en su interior. Fue en Zaragoza, cuyo Ayuntamiento gestionó la acogida temporal y las posteriores adopciones de los animales, por los que se mostraron interesados cientos de ciudadanos.
El siguiente caso de tráfico de animales del que se tuvo noticia en la Comunidad ocurrió en marzo. Entonces fue en Fraga, donde el Seprona requisó 180 cachorros procedentes de Europa del Este que hubieran reportado a los traficantes hasta 216.000 euros porque muchos de los perros podrían haberse vendido por hasta 1.300 euros.
No hace ni 15 días que el Seprona interceptó el que, hasta el momento, es el último caso en la Comunidad. Se produjo en Pina de Ebro, donde se localizaron 44 perros, unas 100 tortugas, centenares de pájaros y algunas chinchillas. Su destino no eran tiendas de mascotas aragonesas sino de Cáceres, Badajoz y Guadalajara. Hasta ellas continuaron el viaje poco después de llegar al centro de protección animal de Peñaflor, entre las críticas de los voluntarios que les habían atendido.
La polémica por este caso llegó hasta la comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza. Raúl Ariza, concejal de IU, alertó en la comisión de la existencia de un macrocentro de distribución de animales importados situado en Fraga y el consejero municipal de Cultura y Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, anunció que el Ayuntamiento tomaría medidas legales contra el responsable del último envío si la DGA no lo hacía.
Algunos activistas y asociaciones que defienden los derechos de los animales en Aragón advierten de que la Comunidad se ha podido convertir en un paso habitual de las mafias de Europa del Este que operan en toda España teniendo en cuenta la cercanía de los casos y que sospechan que detrás de todos ellos podrían estar las mismas personas.
Huyendo de Cataluña
Este cambio de rutas estaría motivado, señalan las mismas personas y organizaciones que están investigando los casos, porque estos transportes ilegales intentan evitar, en la medida de lo posible, pasar por Cataluña, donde consideran que el control del tráfico de animales es más rígido. Desde la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), con sede en Barcelona, afirman que no pueden decir con seguridad que las mafias de tráfico de animales evitan la comunidad autónoma catalana pero que lo cierto es que hace mucho tiempo que no se tienen noticias de operaciones policiales de este tipo en la región.
"Este fenómeno lleva años funcionando pero en los últimos tiempos ha repuntado. Los últimos casos que conocemos son los de Aragón. Muchas tiendas de animales se nutren de cachorros nacidos en países del este de Europa y los cargamentos que intercepta la Guardia Civil son solo la punta del iceberg", afirman fuentes de FAADA, que solicitan a todas las instituciones públicas que vigilen de cerca estas mafias, especialmente en estas fechas. "Los animales importados tienen peor estado de salud. Llegan sin vacunas y con cartillas falsas", lamentan.
Fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca han apuntado que, al menos de momento, no se ha observado un repunte de este tipo de casos en Aragón por lo que el Seprona no ha establecido mecanismos especiales de control más allá de los que lleva a cabo normalmente y que han conseguido interceptar, en el último año, tres transportes ilegales con cientos de animales.
Otro de los colectivos más afectados por el tráfico ilegal son los criadores de perros, que ven cómo los animales que llegan del extranjero son más baratos porque su crianza no está sujeta a una regulación rígida como la española y porque no reciben todos los cuidados necesarios, entre otras cosas. "Estos traficantes hacen mucho daño al negocio, hay criadores que se han visto muy dañados", lamenta una criadora que prefiere mantenerse en el anonimato y que afirma que aunque no existen datos exactos que den idea de la magnitud del daño al sector este supone "miles de euros".
A los problemas de enriquecimiento ilícito de las mafias y del perjuicio económico a los propietarios de criaderos hay que sumar la falta de cuidados que sufren los animales, que soportan viajes superiores a las 20 horas con apenas unas semanas de vida y hacinados en jaulas de pequeñas dimensiones. Muchos se quedan por el camino.