La tortuga es considerado uno de los reptiles que simboliza a los dinosaurios, además que se relacionan simbólicamente con la suerte y longevidad. Es un animal pequeño que puede llegar a ser grande, tiene un caparazón dorsal y patas muy robustas que le permiten desplazarse por la tierra. A pesar de que existen desde hace millones de años, son mascotas poco comunes y que conllevan una gran responsabilidad.
Si quieres que tu tortuga viva sana y feliz por mucho tiempo, es necesario que le proporciones el ambiente y los cuidados necesarios. Al ser un animal frágil, el aspecto de su caparazón te dará a conocer su estado de salud, que dependerá de las condiciones de su alimentación y de su hogar.
Si quieres saber cómo cuidar el caparazón de tu tortuga, te invito a que leas los siguientes consejos:
- Es un animal de tierra que necesita tener un entorno seco, donde la luz solar este a su alcance casi siempre, además, el lugar de hábitat debe ser abierto, amplio y con tierra para su mayor comodidad. ¡Es ideal y la mantendrá en buena forma! Otra opción, es fabricar un terrario formado por plantas y flores, para intentar conseguir un hábitat adecuado.
- La luz solar es indispensable para garantizar el estado de salud de la tortuga, ya que aporta vitamina D3 y calcio. Necesita estar expuesta al sol entre 15 y 30 minutos diarios. En caso de no ser posible, le puedes dar un suplemento de calcio para evitar que su caparazón se reblandezca.
-Lo más importante es la alimentación que ellas tengan, ya que tienen que ser ricos en vitaminas A B y C. Las tortugas son herbívoras, por lo que su dieta se basa en el consumo de flores, hierbas, hojas y frutas. Es necesario dosificarles la comida en pequeñas cantidades y dársela varias veces al día. Además, siempre deben disponer de agua y los alimentos tienen que estar a temperatura ambiente.
- La frecuencia con la que hay que limpiar su caparazón dependerá del lugar en el que viva. Si las tienes en el interior, basta con una vez a la semana; si viven en el exterior, debes limpiarlas dos veces por semana. El proceso para asear a nuestra tortuga es sencillo: toma un cepillo suave y con agua, frota la zonas sucias; no uses productos de tocador. Una buena rutina de limpieza es fundamental para evitar infecciones y enfermedades a medio plazo.
Como ves, la tortuga es una mascota delicada que debes de proteger y tratar con mucho cuidado. Necesita que la dejes caminar, que respetes su casa, que la protejas de otros animales y si tienes niños pequeños, que les enseñes a jugar con ella para que no la lastimen. Tu tortuga es una parte importante de la familia, ¡sé responsable y cuídala!
Para que tu mascota esté 100% sana, no olvides acudir periódicamente al veterinario. ¡Pregúntale todas tus dudas para conseguir que tenga una vida larga y feliz!