-No nos dejes solos. Entre los niños y perros las cosas se pueden salir de control. Siempre que estemos juntos tendrá que haber un adulto presente, ya que a veces se nos puede cruzar algún cable y podemos intentar morder al niño. Tampoco dejes que el pequeñajo de la casa nos moleste mientras comemos, dormimos o si estamos enfermos.
-Convéncenos a los niños y perros de que los juegos basados en peleas o demasiado violentos no son buena idea.
-Elige una raza que sea compatible con los niños. Entérate de cuáles son los cuidados que necesita. Lo mejor es que te decantes por una raza que requiera mucha actividad, ya que tendrá que aguantar el ritmo del niño de la casa.
-Socialízalo. Los perros necesitamos tener contacto con otros perros, con los ruidos de la calle, con otras personas... Si no, cuando estemos ante ellos, reaccionaremos de forma violenta.
-Avisa a tus niños de no acercarse a perros desconocidos, ya que no sabemos cómo van a reaccionar. Tampoco deben salir corriendo, ya que los canes olemos el miedo.
¿Qué tal se llevan tu perro y tu niño?