Eso es lo que muchos piensan al ver al husky: es un perro con muchos rasgos propios de un lobo, tanto en su aspecto como en su comportamiento.
El Husky Siberiano es un perro muy enérgico y orgulloso que no lleva nada bien que lo dejen solo, aunque sí es un perro muy amigable con todo el mundo. Nadie lo diría, ¿verdad?, cuando a menudo las manchitas en los ojos los hacen parecer siempre enfadados.
Por su temperamento y testarudez, por su necesidad de atención y su alto nivel de energía, no es un perro apto para cualquiera. El humano de un husky tiene que ser alguien que sepa ya algo sobre perros y cómo educarlos, o de lo contrario se va a encontrar con un amiguito peludo que escapa, muerde, tira de la correa, es agresivo con las visitas…
¿Qué tienes que hacer para evitar todo esto?
Es muy importante tener en cuenta que no es un niño, un bebé, ni tampoco un lobo: es un perro y tiene las necesidades que tienen los perros.
El Husky, sin ir más lejos, es uno de los perros más enérgicos (al menos, según su estándar de raza) y con problemas de escapismo, y además pueden ser muy cabezotas y dominantes. Pero también son juguetones, leales y cariñosos. ¿Cómo puedes utilizar todo esto en tu favor?
Aquí te dejo una lista:
No descuides el ejercicio. Abundantes juegos y paseos a lo largo del día son básicos para mantener en jaque el alto nivel de energía de un Husky Siberiano. Así, tendrá menos ganas de escapar o morder.
Las normas de la casa. Es importante que haya ciertas normas, como por ejemplo: no salir solo, comer a su hora, no tirar de la correa…
¡Y enséñaselas! Es vital que sepas cómo enseñarle estas normas para que las siga, y además, se sienta más seguro al entenderlas.
Los trucos son más útiles de lo que piensas. Enseñarle cosas como dar la pata, sentarse, o ladrar tres veces, son trucos que no solo resultan divertidos, sino que fortalecen la relación hombre-perro, estimulan su intelecto y lo hacen más obediente.
La clave está en la recompensa. Darle un premio a tu perro por portarse bien es muchísimo más eficiente que castigarlo por portarse mal.
La relación es la base de todo. Está demostrado que el mejor método de adiestramiento es el basado en la relación, de manera que solo el humano de un perro puede realmente enseñarle bien, utilizando como base su vínculo, su afecto mutuo.
Eso es todo por hoy. ¡Espero que haya sido útil!
Marcos Mendoza
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