Siempre se ha dicho que el baño para las chinchillas debe ser exclusivamente con arena de baño especial para ellas. Existen una serie de mitos al respecto: que no se debe hacer por que el peso del agua en el denso pelaje no podría ser soportado por la chinchilla y se aplastan los órganos, mueren en el acto por una descompensación másica, se les cae completamente el pelo, etc.
Esto no es cierto: la única razón de que se aconseje no mojarlas es por la dificultad que existe a la hora de secarlas del todo bien, ya que la humedad podría crear infecciones en la piel, una dermatitis, hongos, o causarles a una gripe o una neumonía. Simplemente por esto no debe hacerse, y si además añadimos el uso de un champú, puede ser un irritante primario de mucosas, como por ejemplo la membrana conjuntiva de los ojos. .
Cuándo bañarle con agua
En muchas ocasiones las chinchillas se escapan de sus jaulas, a veces por un breve descuido o porque simplemente aprenden a abrir la jaulas y salen. En esas ocasiones podemos haber dejado el cubo de la fregona con agua y detergente, o una jarra con agua, un florero, la tapa del váter abierta, etc... y la chinchilla se da un chapuzón.
Otros casos que ponen en riesgo su salud pueden ser el exceso de orina -que debe removerse con un trapito húmedo o recortando el pelo manchado-, una caída en un recipiente con aceite, nicotina adherida al pelo y casos de incontinencia, por lo que a veces es necesario un baño. El baño húmedo se realiza únicamente en casos en lo que sólo a base de arena es imposible que la chinchilla quede limpia, por ejemplo manchas que sean imposibles de quitar o bien si el animal se ha bañado en un sitio no muy higiénico como el agua de la fregona o la taza del váter.
La primera alternativa para remover restos de nicotina y alquitrán, manchas de pis por defensa de otra chinchilla, exceso de semen en el pelo después de la cópula o intento de cópula, es limpiar estas manchas con un trapo húmedo con agua tibia y secarla inmediatamente con una toalla, para posteriormente colocarla en el baño de arena. En caso de incontinencia, se debe recortar un poco el pelo de la zona para que no se siga manchando y prevenir infecciones.
Nos comentan Nerdy y White de Matilde's Mission que en muchas ocasiones se han visto en la necesidad de bañar a una chinchilla con agua y champú para roedores, debido a las condiciones en que vienen: pelo lleno de excrementos de otros animales, parásitos externos, grasa, etc. El primer baño con agua resulta traumático para el animal, debido a su nerviosismo y al miedo natural que le tienen al agua, pero una vez que perciben que van a estar limpias la cosa cambia, no disfrutan, pero sí se dejan.
Es importante destacar una vez mas que el baño de arena no debe ser sustituido por el baño de agua bajo ninguna circunstancia, si la chinchilla no sabe realizar su baño con arena es importante crearle el hábito.
La hora del baño
Para bañar a una chinchilla necesitaremos a dos personas, agua tibia (nunca caliente ni fría) y, preferiblemente, no usaremos champú o jabón, pero si no queda alternativa usaremos un champú para roedores sin olor fuerte (cuanto más neutro, mejor). Evitaremos las corrientes de aire cerrando la ventana y la puerta. Si es invierno, coloque un aparato para que este caliente el ambiente. Las orejas deben protegerse para que no entre agua, así como la nariz y los ojos.
Realizaremos la operación lo mas rápido y delicadamente posible, humedeciéndola, aplicando el champú (solo en casos extremamente necesarios) con masajes suaves para procurar no enredar a la chinchilla. No utilice acondicionador y enjuague bien para sacar todos los restos de jabón. Se debe usar una presión de agua media para no dañar al animal, o mejor aún, recoger el agua con una taza e irle mojando con ella para que el sonido del grifo no la asuste más. Recuerde no asustarse: no suelen ser tan bonitas mojadas como secas y se verán un poco mas débiles de lo que en realidad son, no transmita su miedo o su sorpresa a la chinchilla.
A continuación la otra persona esperará con una toalla para que, una vez terminado el baño, pueda envolverla. Se requerirán varias toallas para dejarla lo más seca posible. Una vez terminado el baño, utilice un secador de pelo a la temperatura mínima y siga secando con la toalla, puede que necesite a la otra persona para sujetar a la chinchilla. Recuerde poner el secador moviéndolo constantemente y no fijándose en una sola zona, y revise frecuentemente si el aire está caliente o demasiado frío.
Si las orejas comienzan a enrojecerse o a marcarse las venitas es que la temperatura está demasiado alta, apague el secador, continúe con la toalla y luego reanude el secado con el aparato. Cuando se tenga que hacer esto no quedan alternativas, no se admite público, necesita estar en el ambiente más tranquilo posible. Una vez seca la chinchilla, le colocaremos un baño de arena para que elimine los restos de humedad que no vemos o percibimos.
Fuente de información: Asociación Nacional de Amigos del Conejo
Imágenes: Sxc.hu; Morguefile.com