Como la mayoría ya sabéis, el jueves pasado tuve que decir adiós a Romeo. Ese ha sido el motivo por el que no me habéis visto por aquí y por el que no ha habido nuevos posts. He dudado muchísimo sobre si escribir esta entrada o no, pero creo que es lo mínimo que puedo hacer tras haberle perdido. Romeo es y será el amor de mi vida, tal cual. Desde que vi su foto, desde que lo pusieron sobre mis brazos por primera vez cuando tenía un mes y medio, ha sido todo. Por supuesto que Vader también lo es, pero Vader y yo seguimos juntos.
Romeo ha vivido trece años y ha sido muy feliz. La foto de arriba es la última foto “en serio” que le hice. Fue el día 4 de enero, el día de su cumpleaños. Mis perros no suelen aparecer en Instagram, porque siempre se mueven demasiado como para que salgan bien, porque hacen cosas de perro y pasan de mis fotos, porque tampoco me gusta sentir que los comparto constantemente en las redes sociales (es un poco como si fueran niños). Miro sus ojos en esa foto y me cuesta creer que de un día para otro se haya ido. Todo lo que pueda escribir aquí será quedarse corta, porque ni de lejos existen las palabras adecuadas para poder describir lo que siento ahora mismo.
El jueves pasado Romeo se puso muy malito de golpe y al hacerle pruebas descubrimos que estaba muy, muy enfermo. No voy a dar detalles porque no lo considero apropiado, pero Romeo se estaba yendo sin más. No podíamos hacer nada por él, solo mantenerle con vida unas horas a costa de que sufriera mucho. Y yo siempre le había prometido que no le dejaría sufrir. Por eso tuve que cumplirlo. Mi pequeño se fue con mucha paz, muy tranquilo y sin sentir ningún dolor, entre mis brazos y rodeado de su familia. Incluso Vader estuvo allí para despedirse de su “hermano”.
Ha sido algo muy inesperado. Una parte de mí se quedó allí con él, y no creo que vuelva a recuperar ese trocito de corazón. Todavía no ha pasado un solo día en el que no llore recordándole. Y es que Romeo me dio todo. En mis peores momentos él y Vader fueron los únicos motivos por los que yo no tiré la toalla y salí adelante. Solo por ellos. Y sí, ya sé que toda esta tristeza se pasará, que será reemplazada por pensamientos felices sobre el tiempo que hemos pasado juntos. Pero ahora no hay nada más que dolor. Un dolor profundo que quema y que no me deja dormir. Un dolor que hace correr el tiempo de forma diferente, que me hace ver el mundo de forma distinta a cuando estaba él. Duermo abrazada a su collar. Y me da igual que alguien pueda pensar que exagero, pero sinceramente, la muerte de Romeo me ha importado más que la muerte de nadie que haya conocido hasta ahora. Y me importa un cuerno lo que nadie pueda pensar al respecto.
Ahora estamos pasando por un proceso de adaptación. Vader está muy perdido porque toda la vida ha estado con Romeo (tiene solo un año menos que él y cuando llegó a casa Romeo ya estaba aquí). Le busca y le espera en el último lugar donde le vio. No sabe pasear sin él, no quiere estar solo en casa. Y yo, bueno, ya os imagináis, ya lo habéis leído. Todo el mundo recuerda a Romeo en el barrio, todo el mundo habla de él, hasta otros dueños de perros lloran por él… así de bueno y de querido era mi peludo. Hay días en que salir a la calle a pasear es complicado. Du
Aún así, quiero recordar a Romeo con alegría, por los momentos que pude vivir a su lado, por lo feliz que fue y que me hizo ser. Él no querría que lo recordara con tristeza, porque lo único triste sería que nunca nos hubiéramos conocido. Soy afortunada por haber sido su humana.
Sé que todo este post es un poco inconexo, pero necesitaba escribirlo así, sin pensar, sin intentar que quede bonito y perfecto. Necesitaba hablar de él de esta manera.
Y por supuesto, quería dar las gracias a todas y todos los que me habéis escrito estos días, a quienes habéis dejado un comentario en su foto cuando lo conté, a los que me habéis escrito por privado y a todos los que se han preocupado por mí. Aunque el dolor sigue siendo muy grande, me ha ayudado muchísimo leeros. Muchas habéis pasado por experiencias similares y vuestras palabras me han aliviado. Gracias de corazón.