Que nuestra gatita este en celo es algo de lo más común y habitual. Los felinos tienen unos periodos de celo muy significativos en las hembras que no pasará por indiferente: ronroneos, “refrotes”, gestos, maullidos, orines en la casa… y esto, varias veces al año.
¿Qué debemos hacer?
Lo primero de todo es tener paciencia. Los primeros celos de nuestra gata serán un poco incómodos y pesados para nosotros, pero es lo habitual. Debéis prestar especial atención en esta época ya que es más traviesa y puede llegar a escaparse. Además, hay que vigilar las comidas porque puede dejar de comer.
En segundo lugar, debéis saber que no hay dejarla aparearse cuando es pequeña, hay que esperar hasta su madurez sexual para el apareo. Este periodo suele ser de un año aproximadamente pero dependerá de cada gata ya que influyen factores externos, el peso de la gata, la raza, etc. Aunque nuestra gatita empiece a partir de los seis meses a mostrarse receptiva frotándose con objetos, efectuando posturas extrañas, maullando sin parar….hay que ser paciente.
En el caso de que decidáis que no queréis que vuestra gatita tenga cachorritos, lo mejor será castrarla ya las consecuencias en vuestro gatita serán nulas y evitaremos estos insufribles ciclos tanto para ella como para nosotros.
Os informamos de que también existe un método intermedio que consiste en inyecciones que evitan el celo de la gata temporalmente. Es una opción para aquellos que no estén seguros si de castrarla o de que tenga camada en algún momento. En este caso, es mejor que preguntéis a vuestro veterinario y él os aconsejará del mejor método.
Como anteriormente se mencionó, lo ideal es llevar tu gatita al veterinario para que te de indicaciones más adecuadas y te indique un anticonceptivo ideal, además recuerda siempre estar atento al comportamiento de tu gata y otorgarle las comodidades que requiere.
Y vosotros, ¿Cómo lleváis el celo de vuestra gata?
Imagen: Facilisimo/ felina-