¿Has notado que tu perro ladre muy a menudo? ¿Te has dado cuenta de que parece nervioso, siempre corriendo de aquí para allá? ¿Has visto que se muestra estresado, hiperactivo, que lloriquea a menudo y que incluso a veces gruñe si te acercas a sus cosas?
Si afirmas en alguna, varias o incluso en todas estas preguntas, entonces es muy probable que no estés supliendo una necesidad básica de tu perro: el ejercicio.
Si la suples, si le das el ejercicio que necesitas, puedes evitar todos estos problemas tan incómodos que malogran la convivencia con tu querida mascota, y puedes conseguir un comportamiento ideal, mucho más sereno y equilibrado.
Ciertamente sólo necesitas proporcionarle el ejercicio diario que cualquier perro precisa, y notarás de inmediato que su conducta mejorará sustancialmente. Ya no estará nervioso ni estresado, sino relajado y tranquilo.
Y no es que lo diga yo. Date cuenta de dónde vienen los perros: del lobo. El lobo es un animal cazador que recorre largas distancias en pos de una presa, con lo que tiene una gran energía y resistencia. Es natural que sus descendientes tengan el mismo nivel de energía, y también deban gastarla.
¿No estás convencido aún? Entonces no miremos a los ancestros más lejanos del perro, sino a los más inmediatos.
Piensa en la raza que tienes. ¿Un terrier? Los terrier son por naturaleza frenéticos y nerviosos porque tienen mucha energía, que utilizaban antaño para cazar roedores. ¿Un pastor? Su trabajo siempre ha sido el pastoreo de ganado en las grandes llanuras. ¿Un cazador? ¡Se necesita mucha energía para ir tras cualquier presa en los bosques!
Como puedes ver, en definitiva el perro de cualquier clase tiene una gran cantidad de energía.
Está pletórico y desbordado, pero, al igual que sucede con los humanos, si no gasta toda esa energía se pone nervioso y se vuelve hiperactivo.
Y ese es, amigo mío, el problema que tienes: que no hay desgaste suficiente. Y es lo que debes hacer para solucionarlo.
Sólo se trata de suministrarle ejercicio. ¿Cómo? Muy fácil. Como mínimo debes sacarlo a pasear tres veces al día, y cada paseo debe ser de una media hora. Es posible que tu perro aún tenga mucha energía dentro. ¡Tranquilo! Juega con él y enséñale trucos que lo cansen, tanto física como mentalmente. Hay muchos que pueden ser útiles y divertidos:
- Ir a buscar la pelota o el palo
- Rastrear una golosina escondida
- Saltar obstáculos
Estos son sólo algunos ejemplos, pero de hecho cualquier truco que implique movimiento puede servir para desgastar la energía excesiva de tu perro y conseguir que se calme y esté relajado.
No titubees, no dudes, comienza ahora con su ejercicio. No digas “esperaré al lunes”, y no caigas en el pensamiento de “es demasiado trabajo”. Te aseguro que ejercitar a tu perro puede ser muy divertido tanto para ti como para él.
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Marcos Mendoza