Hace unos días ojeando una revista sobre gatos me llamó la atención un artículo sobre como elegir el gato perfecto para nosotros, uno de los consejos era que el gatito no debía pasar de las siete semanas de vida.
Hay cientos de artículos donde se hace esa recomendación, esto contribuye a difundir una información equivocada y desfasada.
Hace relativamente poco que el gato convive dentro del hogar, su comportamiento, procesos de socialización y educación todavía no son muy conocidos. Siempre se ha pensado que las primeras semanas de vida son esenciales para que un gato se socialice y que si en este periodo no se acostumbra al contacto humano no será apto para la convivencia doméstica.
Los gatos tienen mucha más capacidad de adaptación de lo que se cree, pueden acostumbrarse a los cambios y a nuevos entornos aunque sean adultos.
La elección de un gato pequeño: mucha gente se decide por un bebé, que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El gatito se acostumbrará desde pequeño a ser manipulado, a la convivencia con distintos humanos y con otros animales. En cambio no podremos saber el carácter que tendrá de adulto, la herencia genética influye mucho, si nuestro gato resulta ser de carácter arisco, poco podremos hacer para mejorar este rasgo o si es excesivamente activo tendremos que resignarnos a las travesuras.
Adopta un gato pequeño si estas dispuesto a aceptarlo sea como sea, no necesariamente acabará comportándose como a ti te gustaría.
Elegir un gato adulto: La gente piensa que los gatos adultos "no se adaptan". Los gatos que acaban en refugios, normalmente se ha criado en un hogar y han sido socializados de pequeños, se dejan manipular y están acostumbrados a la vida en una casa. Una vez que son adoptados se acostumbran rápidamente a su nuevo hogar y se muestran cariñosos con su familia.
Estos son una gran elección debido a que si ya conoces su carácter podrás adoptar el que mejor creas que pueda adaptarse y sentirse cómodo en tu familia, si tienes niños, puedes adoptar un gato juguetón y manso, si va a ir una casa con personas mayores puedes decidirte por uno que sea poco activo.
Socialización de gatos callejeros
Los gatos nacidos en la calle se consideran salvajes y normalmente nadie se plantea que puedan acabar siendo domésticos. Esto no siempre es así, hay muchos casos de gatos callejeros que después de toda una vida en libertad fueron adoptados y se integraron a la vida en una casa.
Se pueden dar dos casos:
Gatos nacidos en la calle que no temen a los humanos: Las personas que se encargan del cuidado de las colonias callejeras se habrán dado cuenta que existen gatos que a pesar de haber nacido en la calle no tienen miedo de la gente, incluso buscan contacto con las personas.
Son gatitos que desde pequeños son muy confiados y cariñosos, hay camadas en las que solo un hermanito es confiado, mientras el resto de la camada es huidiza. Al llegar a adultos pueden volverse desconfiados o seguir siendo sociables, este tipo de gato aunque haya hecho vida callejera desde su nacimiento, si se retira de la calle y es llevado a un hogar, suele adaptarse rápido y en pocas semanas su comportamiento es igual al de cualquier gato criado en casa desde pequeño.
El caso de Lucky: Lucky nació en la calle, su madre era callejera y salvaje, sus hermanos eran ariscos. Él desde pequeño buscó el cariño de la gente, siempre se dejó coger y acariciar. Vivió dos años en la calle, hasta que enfermó y hubo que llevarlo al veterinario. La idea era volverlo a soltar, pero Lucky no tenía ningún interés en regresar a la calle, siempre estaba acurrucado en su camita y no quería salir cuando le abríamos la puerta. En vista de esto se le buscó una familia.
Actualmente vive en una casa como animal de compañía, nunca ha intentado escapar ni volver a su antigua vida.
Gatos salvajes amansados: las protectoras de animales a veces tienen que atender gatos salvajes que han tenido un accidente, en ocasiones estos animales no pueden ser devueltos a su colonia, bien porque haya peligro de que sufran una nueva lesión o porque queden disminuidos para hacer vida salvaje (pérdida de algún miembro, disminución de la movilidad).
Estos gatos que no pueden ser devueltos a la calle se intenta amansarlos. Amansar un gato no es fácil y lo deben llevar a cabo personas que tengan cierta experiencia, pero no es imposible. Consiste en ir acostumbrándolos gradualmente a la presencia y el contacto con personas, a través de premios (comida).
No siempre llega a funcionar pero hay casos en que gatos después de haber vivido en estado salvaje durante muchos años logran adaptarse a vivir en casas de familia y ser muy cariñosos y agradables.
Dessy: Esta gatita vivía libre en una zona de campo donde los gatos son muy hostigados, quedó atrapada en un lazo y tuvo que ser capturada con jaula trampa para poder quitárselo. La gata tenía dos o tres años y jamás había convivido con personas. Durante el proceso de recuperación se trabajó con ella para que se socializara. Al cabo de unos meses se amansó por completo y pudo ser adoptada. Actualmente vive con una familia y convive con otro gato.
No todos los gatos salvajes se pueden acostumbrar a vivir en casas, algunos son más felices siendo libres.
La realidad queda muy lejos del mito "de no más de siete semanas". Hay muchas cosas que no sabemos de los gatos y todos los días nos sorprenden con su capacidad de adaptación y sus cambios de conducta . Todavía tenemos que seguir aprendiendo de ellos y sobre ellos, y eso sólo lo podemos hacer si desterramos viejos mitos y prejuicios.
El "gato perfecto", puede ser un cachorrito encontrado en un contenedor, un viejo gato abandonado en un refugio o un callejero que un día decidió buscar tu compañía.
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