Muchas veces las personas que deciden por primera vez tener un animal en casa eligen sus mascotas pensando en los gustos personales y estéticos más que en las posibilidades reales de atenderlo. Muchos se olvidan que adoptar una mascota es un compromiso de por vida con un ser vivo, pues esta se convertirá sin duda en un miembro más de la familia y en un aporte constante de afecto y ternura.
No obstante para evitar que ese ser vivo termine en la calle o abandonado, por no cumplir con las expectativas preconcebida a la hora de adquirirlo, es mejor tomar en cuenta ciertos factores -como los detallados en comoloharias.com- que resultarán decisivos a la hora de la elección:
El nivel de actividad de tu familia. Si sois una familia muy activa (excursiones, senderismo, deportes de aire libre...), seguramente os convendrá una mascota que podáis llevar con vosotros, como un gran perro. Ahora bien, si tu familia es más de sofá, entonces un gato o un perro pequeño serán mucho más aconsejables.
El tamaño de tu perro debe ir en consonancia con el de tu casa, jardín y coche. Pregúntate ante todo si tienes sitio para un animal grande o si las circunstancias de tu hogar aconsejan una mascota más pequeña. Ten en cuenta que un gran perro en un piso pequeño será un problema para él y para ti. Además, ¿te encuentras con fuerzas para hacerte cargo de una gran mascota? ¿Podrás físicamente con él si alguna vez te toca llevarlo en brazos...? También es importante que tengas en cuenta cualquier problema tuyo de salud o cualquier discapacidad que pueda condicionar la elección de mascota.
Por otro lado, tu agenda cotidiana es bastante importante ya que un perro requiere mucha más dedicación y regularidad que un gato, por ejemplo. Los gatos son una magnífica elección para aquellas personas a las que les encanta la compañía de un animal doméstico pero en cambio no tienen tiempo de pasear regularmente a un perro, por ejemplo.
Piensa también en el tipo de pelo. Los animales de pelo largo son preciosos, pero requieren un montón de cuidados y puedes llegar a hartarte de cepillarlos y de gastar en su peluquería...
Y llegamos a la parte del bolsillo. ¿Has pensado cuánto gastarte? No, no lo pienses aún: podría salirte gratis. ¿Sabes cuántos perros y gatos se sacrifica cada día en las instalaciones municipales de tu ciudad? Es una lástima gastar una fortuna en un cachorro de raza cuando podrías salvar a un pobre animal a punto de recibir una inyección letal. Pásate por tu protectora de animales o por la perrera municipal y sólo si no encuentras allí lo que buscas tendrá sentido comprar un animal de criadero.
¿Gato o perro? ¿Cría o adulto? Los animales recién nacidos son maravillosos, sin duda, pero también representan más trabajo: tendrás que enseñarles todo, y aguantar hasta que aprendan. A lo mejor un perro o gato adulto, cuyos amos ya no pueden cuidar de él, sería la solución perfecta para ti. Además estarías salvando a ese pobre animal de terminar en una perrera...
Considera también condicionantes como tus vecinos, las normas sobre mascotas de tu edificio o urbanización (o de tu lugar de veraneo), etc.
Ten muy presente si tu estilo de vida realmente permite tener mascota: viajes frecuentes, casa sola... Si tu animalito va a estar todo el día solo y encerrado, mejor que esté con otras personas, ¿no?
Si tienes familia, es fundamental que todos los miembros de la misma estén encantados con la idea de tener mascota. Un solo miembro de la familia descontento con el perro o gato será un problema para todos. Sin unanimidad no hay mascota. A continuación, asegúrate de que ningún miembro de la familia sea alérgico.
Por lo dicho antes (unanimidad imprescindible y posibles alergias) nunca es una buena idea traer a casa un animal como regalo sorpresa. Por culpa de esta práctica hay tantos animales que terminan en refugios de protectoras a los pocos meses de haber sido un regalo tan mono... Si quieres regalar una mascota, lleva contigo a la persona receptora del regalo para que escoja personalmente, o bien regala un certificado o bono canjeable. Escoger mascota no es sencillo. Como entre humanos, tiene que haber "química".