Es una patología muy seria que puede resultar fatal para el felino que no reciba tratamiento. Es muy importante estar atento por si, algún signo o conducta extraña, aparece en tu pequeño amigo. La mayoría de los síntomas son resultado de la irritación del tracto urinario. Si observas que tu mascota al orinar no se comporta como lo hace habitualmente, acude a un veterinario, para que lo examine y diagnostique el problema, si es que lo hay.
Posibles factores de riesgo
No existe una sola causa para que se desate el Fus, pero existen varios factores que tenemos que considerar. La edad es, en principio, un componente importante para el desarrollo de muchas enfermedades. Esta dolencia es más común en los felinos que tienen más años, pero puede aparecer a cualquier edad. Por otra parte, un felino obeso es mucho más propenso a liberar el síndrome que otro cuyo peso sea el correcto. El Fus se da tanto en el macho como en la hembra, pero debido a diferencias anatómicas, la obstrucción con mayor frecuencia y gravedad ocurre en los machos.
Este sufrimiento es causado por cristales, llamados ‘arenillas’, que dan como resultado la inflamación del tracto urinario. Varios elementos interactivos pueden contribuir al desarrollo de esta dolencia. La dieta de tu mascota tiene que ser equilibrada, ya que una alimentación a base de grandes volúmenes diarios de alimento seco, sin el consiguiente consumo de agua, provoca una alta concentración de magnesio y componentes de estruvita que terminarán exteriorizándose en orinas alcalinas.
Irregularidades en la orina
Tener un animal de compañía significa ser consciente de la responsabilidad que conlleva. Hay que ser consecuente con la decisión y cuidar y proteger a nuestra mascota. Una buena alimentación e higiene evitará problemas como la temida alta concentración de magnesio en la orina, causada por una dieta incorrecta o, una orina escasa, debida a una bandeja sanitaria sucia o de difícil acceso, poca actividad física, y por beber poco agua, ya sea por falta de ésta o por ser de baja calidad.
El incremento de laalcalinidad de la orina que contribuye al Fus es afectada por la cantidad y frecuencia de comidas, el tipo de alimento, y las infecciones bacterianas secundarias. El Fus también puede hacer que tu mascota pierda el apetito, actúe perezosamente o comience a vomitar, especialmente si el flujo de la orina está bloqueado.
Obligatorio el tratamiento
Si el tracto urinario esta obstruido, la vejiga no se vaciará, por lo que tu animal de compañía deberá ser atendido de urgencia para tratarlo con la terapia adecuada. El procedimiento inmediato puede incluir terapia con suero para evitar la deshidratación, rebalancear la química sanguínea y remover cualquier cálculo o arenilla que obstruya el flujo de la orina. Generalmente, hay que hospitalizar al gato hasta que pueda orinar normalmente.
Las dietas especiales contribuyen a reducir los minerales en la orina, los cuales son los causantes de formar los cristales. Estas dietas actúan también sobre el pH de la orina y hacen además que aumente la descarga de la misma, como ayuda para 'enjuagar' los conductos urinarios.
Los cristales de estruvita pueden ser disueltos en la vejiga y en el tracto urinario con una dieta especial baja en magnesio, ayudando a tener una orina ácida normal. En gatos alimentados exclusivamente con esta dieta, los signos asociados con el Fus cesan normalmente en pocos días. La disolución completa de cristales de estruvita, requiere de dos a tres meses, por lo que deberá recibir una comida especial por un periodo de tiempo prolongado, sobre todo porque existe la posibilidad de recaídas.
Si sospechas que tu gato tiene dificultad para orinar (a veces se confunde con constipación) o la necesidad se hace mas frecuente de lo normal, evacua en lugares poco usuales y notas que su orina tiene sangre, acude rápidamente a un especialista para que sea éste quien diagnostique y trate al animal.
