A lo largo de esta serie de reportajes, se busca como objetivo poder entregar datos y consejos importantes a todo aquel que quiera iniciarse en el mundo del acuarismo.
Al pensar en un acuario hay que tener claro que lo que se pretende es imitar a la naturaleza creando un ecosistema no natural donde se mantengan especies con las mejores condiciones posibles y que ellas puedan interactuar en equilibrio.
Generalmente muchas personas cuando comienzan en este hobby lo hacen motivadas por lo sencillo que parece tener unos cuantos peces de colores dentro de una caja de vidrio con agua, pero el tema va mucho más allá.
Al comenzar con un acuario, se debe tener claro que estás tratando con seres vivos y que, aunque sean mascotas, debes respetar, cuidar y comprometerte a darles las mejores condiciones posibles.
Es por esta razón por la que resulta vital informarse bastante antes de empezar, tener claro las necesidades de nuestros peces, invertebrados y plantas, y sobre todo, tener mucha paciencia, ya que todo en la vida tiene su ciclo.
Al intentar asemejar el acuario a un ecosistema natural, hay que procurar que se produzca un equilibrio entre los integrantes de este sistema.
Tipos de acuarios
Para definir el acuario, en primer lugar hay que considerar primero si lo que quieres es un acuario de agua dulce frío o un acuario de agua dulce tropical. Este punto de partida es muy importante de definir, ya que los requerimientos varían de un tipo de acuario a otro.
1. Acuario de agua dulce frío
Este acuario no requiere un sistema de calefacción, ya que vivirán especies de peces de agua fría.
La especie de pez que se comercializa, que es adecuada para este tipo de acuarios, es la llamada Carassius o Goldfish.
Muchas tiendas aconsejan poner otras especies con carassius pero la verdad es que lo ideal es colocar un acuario específico, es decir, sólo Carassius aprovechando la gran variedad de formas y colores.
Estos peces alcanzan un buen tamaño, por lo que es fundamental definir las medidas adecuadas para el acuario.
Generalmente, se piensa que el acuario de agua fría no tiene mayores requerimientos, pero al igual que todo sistema, debe tener un mecanismo adecuado de filtrado, ya que los Carassius remueven mucho el fondo del acuario en busca de comida.
Evita sistemas como el típico filtro de placas que se coloca bajo la gravilla. En este tipo de acuario no son muchas las plantas que sobreviven a los Carassius por lo que sólo se recomienda colocar Vallisneria gigante como planta decorativa.
El sistema de iluminación es simple y sólo se requerirá una tapa con un par de tubos fluorescentes que ayuden a resaltar los colores de los peces.
2. Acuario tropical de agua dulce
Este tipo de acuario es el más clásico y en él las especies requieren una temperatura que oscile entre los 24 y 28 °C.
Mucha gente, cuando se inicia, coloca Carassius con peces de aguas tropicales, siendo éste el primer gran error.
A pesar de que esta especie vivirá bajo estas condiciones, no es las más idónea, ya que presentará problemas de salud a corto plazo.
El acuario tropical de agua dulce nos permite una gran cantidad de posibilidades, ya que podemos tener un acuario comunitario (mezcla de distintas especies del mundo, siempre que éstas sean compatibles), acuario de plantas (el principal elemento son las plantas naturales, por ejemplo, el acuario holandés) o un acuario imitando un sector del mundo, también llamado Biotopo (tipo amazónico, tipo Malawi, etc.).
Cada opción tiene requerimientos especiales, pero la mayoría de los iniciados comienza con un acuario comunitario donde lo fundamental es tener claro que la mezcla de especies es complicada; así pues, antes de introducir nuevas especies, tendremos que saber si serán compatibles con las que ya tenemos.
Muchos de los problemas iniciales de un acuarista se generan por la compra de especies de forma compulsiva, atraído por su forma o color, causando complicaciones dentro del acuario, ya sea por agresividad, no-compatibilidad, territorialidad, etc., que acaban causando un desequilibrio en el sistema.
El tamaño más adecuado
Considerando que el 90% de los acuaristas parte con un acuario de agua dulce, los detalles están pensados para este tipo de depósitos.
Uno de los aspectos que más dudas plantea es el tamaño del acuario. Las dimensiones adecuadas estarán en función del espacio que tengamos para colocar el acuario, el presupuesto y algunas consideraciones más.
El primer factor a delimitar será el espacio físico del que se disponga. Lo ideal es que el acuario, por una cuestión de comodidad para trabajar en él (manutención, limpieza y plantado), no mida más de 60 cm. de altura. A más altura, más cara será la caja de vidrio, ya que requiere mayor grosor de vidrio.
En cuanto a la profundidad, debe medir 40 cm. como mínimo, porque el efecto que se produce en el acuario al mirarlo de frente, permite que la parte posterior se vea más cerca, lo que engaña a la vista.
El largo dependerá de nuestro espacio y, finalmente, del presupuesto del que dispongamos.
Con respecto al volumen, se calcula con la siguiente fórmula:
V= largo (cm.) x alto (cm.) x fondo (cm.) / 1.000
Si quieres saber más cosas sobre los acuarios de agua dulce, no dudéis en leer los reportajes "Guía para el principiante en acuarios de agua dulce (II)" y "Guía para el principiante en acuarios de agua dulce (III)"
Imagen acuario en mesa: Campanillas / flickr
Imagen peces con rayas: Ministerio de Ciencia / flickr
Imagen Goldfisch: jhartshorn / flickr
Imagen acuario con muchas especies: Hugo Quintero / flickr