El gato extrovertido
Los gatos tienen a la extroversión por naturaleza y siempre tiene ganas de jugar y vivir aventuras. Esto suele acabarse con la edad en buena edida, aunque perdura en algunos gatos especialmente revoltosos. Para mantener al gato entretenido hay que proveerle de suficientes estímulos para evitar que se estrese y acabe causando accidentes domésticos.Cuando haga algo que esté mal lo mejor es hacer un ruido desagradable para que entienda bien el mensaje. Despúes de una sesión de juegos es bueno acariciarle con suavidad entre la boca y las orejas o darle un masaje en la parte superior del cuello.
Gatos dependientes
Los gatos pueden volverse dependientes de su dueño. Lo siguen por toda la casa, se le sientan encima y reclaman en todo momento afecto y atención. Cuando el dueño sale de casa gimen insistentemente tras la puerta. La causa de estos síntomas suele ser la ansiedad a que su dueño les abandone. Una manera que algunos gatos encuentran para sobrellevar sus temores es el consumo excesivo de comida.Para prevenir que engorden demasiado lo recomendable es darles cantidades moderadas y acariciarles para que se tranquilicen y no pidan más inmediatamente. La mejor solución es traer otro gato a la casa (preferiblemente cachorro para que se acostumbre mejor) y así dejará de estar tan pendiente del dueño.
El gato tímido
Estos ejemplares han tenido poco contacto con humanos en sus primeras etapas de crecimiento y por eso se muestran desconfiados. Es bueno tratarle con delicadeza y hablarle en tonos suaves. Evitar alzarle en brazos o acariciarle si él no muestra disposición, así poco a poco él irá confiando en su dueño. En la medida que se pueda, colocarse a su altura para que no nos perciba como una amenaza.El gato vagabundo
Algunos machos tienen una tendencia excesiva al vagabundeo y son aventureros hasta el extremo d eponerse en riesgo. La mayoría de los veterinarios recomiendan castrarles para que tengan menor necesidad de salir de su territorio acotado y disminuir así el riesgo de ser atropellado o contraer el sida felino y otras enfermedades de transmisión sexual.
Si no deseas castrarle también puedes acostumbrarle a comer a horas fijas para que no se aleje demasiado de casa. Hazle muchos mimos y caricias para que se sienta agusto contigo. No reduzcas las porciones de comida pues puede acabar marchándose.
El gato meláncólico
dejan de comer.
Puede ocurrir que no se recuperen de su estado de tristeza y pesadumbre en tan poco tiempo. Algunos veterinarios recetan antidepresivos, pero no siempre son recomendables pues existe el riesgo de producir efectos secundarios.
Lo mejor es traer dos gatitos a casa, para que el deprimido gato vaya contagiándose poco a poco del ímpetu de los jóvenes mininos, en lugar de adoptar sólo uno, que podría agobiarle prestándole demasiada atención.
'Comprender a tu gato' Ed. Océano Ámbar
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