Por muy domesticados que estén, el instinto de perros o gatos les hace mostrar sus preferencias por los objetos de la naturaleza y por el crecimiento en una buena hábitat de las mascotas natural. Esto desemboca en que si los dueños tratan de satisfacer el instinto de sus mascotas hacia las actividades que a ellos les gusta, no sólo conseguirán el bienestar de su animal, sino que evitarán muchos problemas.
Con la adquisición de artículos naturales, se propicia que el animal cree su propio rincón dentro del hogar, atraído por el instinto hacia esos artículos que le hacen satisfacer sus necesidades intrínsecas; y abandonando otro mobiliario del hogar en el que pueden crear problemas.
Hoy en día, los fabricantes de accesorios para mascotas tienen muy en cuenta este tipo de “deseos insatisfechos” en los animales. Javier Peral, Director General de Trixie España, considera fundamental esta postura: “Existen multitud de soluciones muy simples para satisfacer las necesidades de nuestra mascota. Por ejemplo, como buenos felinos, a los gatos les encanta estar en alto para observar, así que colocando en un rincón del hogar un pequeño balancín, ya estamos generando al gato la sensación de estar colgado de una rama alta; y así, satisfaciendo su necesidad y llevándolo al rincón que pretendemos”.
Los roedores
Debido a la gran cantidad de depredadores que cazan roedores, éstos tienen muy desarrollado el instinto de protección, por lo que necesitan refugio. Como su propio nombre indica, roer es una de sus principales actividades y debido a ese instinto, el interior del refugio es lo que más roen. Si dicho refugio que adquiere el dueño es de plástico, el roedor puede ingerir algún pedazo y morir por obstrucción intestinal (una de las principales causas de muerte de los roedores en cautividad). Sin embargo, si el refugio es de un material noble como la madera natural (sin sustancias artificiales añadidas), la mascota roe lo mismo que si viviera salvaje y su salud no sufre ningún problema.
Los gatos en su habitat
Los gatos son de las mascotas para las que existen más soluciones que satisfagan sus instintos naturales. Una de las razones de esto es que los gatos suelen ser de los que más inconvenientes generan a la hora de estropear mobiliario del hogar, por lo que dirigirles hacia un rincón en casa se hace aún más útil que en otras mascotas. Para ello se crearon artículos como los rascadores, que tienen multitud de formas y tamaños. Estos artículos han ido evolucionado hasta crear auténticos árboles rascadores con diferentes zonas para que los gatos satisfagan sus instintos felinos: balancines para colgarse, cuevas donde sentirse refugiado, superficies rascadoras, o diferentes alturas desde las que estar en alto y poder escalar y saltar.
La razón por la que los gatos arañan se debe a que les produce mucho placer sentir cómo se estiran las uñas al arañar. Para esa sensación es ideal el material con el que está hecha la superficie destinada a que la mascota arañe en los rascadores: fibras de sisal, una materia prima que se extrae de la pita. Este material tiene la peculiaridad de que al estar compuesto de pequeñas fibras, les provoca a los gatos ese placer en las uñas; y a la vez, también les encanta el ruido que hacen las pequeñas hebras al romperse.
Ese pequeño ruido es otro de los elementos que estimulan el instinto del gato, ya que el oído es el sentido que más emplean los gatos a la hora de cazar. El ruido que forman estas fibras al romperse, evoca en el gato la sensación de caza y le crea el doble estímulo placentero que hace que les encante. También los túneles para gatos, algunos de ellos forrados con celofán en busca de ese ruidito, se basan en esa sensación para satisfacer los instintos felinos.