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En estas fiestas de Navidad, parece que todos queremos ser más felices, pero ?qué ocurre con nuestro animales? quieres aprender a cuidar mascotas? Ésta suele ser la época más desgraciada para ellas. Uno de los principales problemas es el exceso de ruido dentro y fuera de nuestras viviendas.
El origen está en los numerosos petardos y el estruendo que caracteriza especialmente a algunas zonas de España, sobre todo, durante la celebración de fin de año. Nos juntamos la familia y no todos sabemos cómo comportarnos con nuestros animales de compañía, generándoles miedo y provocándoles un alto nivel de estrés.
Miedo al ruido
El temor a los decibelios tiene un origen innato y se explica por la alta sensibilidad que poseen los animales ante estímulos sonoros intensos.
La capacidad auditiva de los perros (60.000 ciclos por segundo) se diferencia de la del humano (20.000 ciclos por segundo) por su gran aptitud para captar sonidos a altas frecuencias. Pueden captar grandes densidades de ondas por segundo, gracias a lo cual perciben sonidos como los emitidos por los murciélagos y las ratas, que para el hombre son imperceptibles.
La explicación a esta peculiaridad la encontramos en los ancestros caninos: los lobos se alimentan de roedores que producen sonidos ultrasónicos (imperceptibles para el oído humano) y para poder atrapar su alimento, tuvieron que agudizar su sentido auditivo con el fin de localizar a su presa. En cuanto a la percepción de sonidos distantes, los perros pueden detectar un sonido débil a una distancia cinco veces mayor que un ser humano.
Todas estas características provocan a nuestras mascotas hipersensibilidad auditiva, donde los ruidos fuertes o explosiones provocados por pirotecnia, tormentas, etc. pueden causarles pánico y provocar que manifiesten conductas no habituales, tales como huidas, miedo, agresividad y otra clase de trastornos.
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Evitar el temor
La mejor forma para evitar incidentes no deseados es disponer a nuestros animales en una habitación donde estén cómodos, con juguetes habituales, por ejemplo, un Kong lleno de comida. Igualmente, se recomienda el uso de trasportines, cunas, etc. Hay que habituarlos previamente a esta habitación para que la conviertan en su ?refugio?: un lugar en el que hallar protección y tranquilidad.
No hay que pasar por alto dejarle la radio o el televisor encendidos, o bien música a la que estén habituados y les genere confort. Asimismo, hay que servirles agua y comida abundante para que se relajen. Es importante evitar hacer ruidos en su entorno, por ejemplo tirar petardos cerca de nuestra casa.
Según explican desde el Centro Veterinario Punta, la mayoría de las urgencias que atienden en estas fechas están relacionadas con problemas digestivos, atropellos y peleas. Todo se debe a las alteraciones del medio y de la alimentación: resulta prioritario conservar su dieta y no alterarla con la gran variedad de alimentos que utilizamos los humanos en esta época, pues casi siempre les producen problemas y, a veces, muy graves.
Viajes y traslados
Otros aspectos que tenemos que tener en cuenta son los traslados a casas de familiares que realizaremos en compañía de nuestras mascotas. El viaje ya les provoca estrés, sobre todo a los gatos. Además, el simple cambio de domicilio provoca traumas y readaptaciones.
En el caso de los gatos, la mejor opción, si únicamente van a ser 3 ó 4 días, es dejar al minino solo en casa con abundante comida y bebida, las bandejas limpias y alguna más preparada por si acaso. La casa debe estar bien cerrada y con ventilación: ten cuidado con las puertas, no vayan a cerrarse por alguna corriente y dejar a los gatos aislados sin agua o comida. Lo mejor es dejarlas abiertas y atrancadas y, sólo en último caso, que alguien conocido y de confianza visite al gato en nuestra ausencia.
La ruptura de los hábitos en la propia vivienda, cuando es otra familia la que nos visita, con o sin animales, provoca también en nuestros animales estrés, a veces difícil de solucionar. Si vienen niños a los que no les gusten los animales debemos disponer un sitio protegido para ellos, donde puedan descansar y al que acudiremos a visitarlos de vez en cuando.
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Residencias de mascotas
Una buena alternativa cuando nos vamos o viene gente extraña para nuestras mascotas es dejarlos al cuidado de una residencia. El animal debe ver la estancia para considerarla apropiadamente, no como un castigo. Es esencial poseer referencias de las instalaciones y de las personas que trabajan en ella, qué trato otorgan, qué organización tienen, cómo son los habitáculos, juegos, comida, higiene, etc.
Deberíamos llevarlos antes a conocer las instalaciones y, si el personal que nos atiende sabe hacer su trabajo, conseguirán que esta primera impresión sea agradable para ellos, por lo que en ulteriores visitas o estancias el animal se sentirá a gusto.
Esta primera visita seria muy breve, de entre 15 y 20 minutos. Después, regresaríamos a casa y, un día antes del viaje, volveríamos a llevarlo y, si es posible el mismo día del viaje, lo visitaríamos para que el animal no sienta este espacio como un abandono, sino como unas vacaciones durante unos días.
Regalar mascotas
Para finalizar, recordar que uno de los peores regalos que podemos hacer en Navidad es una mascota a personas que realmente no lo desean. Los animales vivos no deberían ser regalos sino fruto de una gran reflexión. Si este es tu caso y esperas una mascota con ilusión, enhorabuena, pero si no es así, por favor recuérdaselo a tus amigos para evitar problemas.
Si eres tú el que va a regalar un animal, asegúrate que la persona que va a recibir el regalo realmente desea tenerlo y asumir la responsabilidad. Se estima que más del 30% de los animales que se regalan en Navidades son abandonados o cedidos a los pocos meses.
Lo que queremos señalar con este artículo es que el vínculo emocional que el animal tiene con nosotros y nosotros con él no debe verse deteriorado o roto por la Pascua, sino todo lo contrario: que ellos sientan que el estar unos días sin vernos o incluso con personal extraño refuerza este vínculo y, después, estarán más a gusto con sus dueños y en su casa.