Es habitual que los perros sufran accidentes, sobre todo cuando son cachorros y se muestran juguetones e inquietos. Según van creciendo, se vuelven más tranquilos, pero lo cierto es que los perros no son conscientes de los muchos peligros a los que están expuestos.
Si el perro sufre un accidente o enferma repentinamente, lo primero que debemos hacer es mantener la calma. Tendremos a mano los teléfonos del veterinario o de la clínica de urgencias por si es necesario llamar para recibir las primeras indicaciones antes de trasladarlo. También es conveniente tener el teléfono del Servicio de Toxicología por si se ha ingerido algún producto tóxico.
Botiquín básico
Es bueno tener siempre un botiquín básico para tu mascota por si en algún momento sucede algún contratiempo y tienes que practicarle los primeros auxilios. El dispensario tiene que contener una serie de requisitos mínimos para ser utilizado en caso de urgencia:
Medicamentos recetados por el veterinario, los cuales se administrarán al animal siempre y cuando nos lo indique por teléfono el especialista.
Jeringas estériles, gasas, esparadrapo y algodón, agua oxigenada (3%) para desinfectar heridas leves y arañazos.
Termómetro rectal; es importante que sepas usarlo correctamente así que cuando adquieras el botiquín consulta al veterinario.
Pinzas para extraer cristales, espinas o garrapatas.
Cómo actuar si está herido
Si tras un percance tienes que realizar las primeras curas a tu mascota, el primer paso es ponerle el bozal antes de empezar a curarle, ya que, al sentir dolor puede que se enfurezca y te muerda. Recuerda: no le pongas nunca el bozal si está vomitando o se ahoga.
Si el animal no tiene bozal o las prisas te impiden buscarlo, puedes utilizar también una bufanda, un trapo de cocina o una venda: rodea su hocico con la venda y átala con un nudo por debajo de la barbilla. Pásala por detrás de las orejas y anúdala de nuevo.
Cómo moverlo
Cuando haya que trasladar al animal de manera urgente y creas que sufre alguna lesión interna, debes colocar al can con mucho cuidado encima de una tabla, manta, chaqueta o cualquier cosa que nos haga de camilla provisional. Si hay que transportarlo en coche hasta el veterinario es conveniente que alguien te acompañe para sujetar al perro mientras conduces.
Si el perro tiene lesiones menores, lo transportaremos aguantando sus patas traseras sobre nuestro brazo, donde también apoyaremos su estómago y su pecho; con el otro brazo sujetaremos la cabeza y el cuello. Pero si el can es grande, nos agacharemos y pasaremos un brazo alrededor de sus patas posteriores y lo subiremos.
Cómo hacerle un vendaje
Si el perro tiene una herida o fractura abierta y sangra mucho, puede llegar a perder el conocimiento. Para evitar esto y una mayor pérdida de sangre aplícale un vendaje. Coloca una gasa estéril humedecida con agua fría sobre la herida y pasa una venda por encima de la gasa.
Sujétala con esparadrapo para que aguante hasta llegar a la clínica. No tienes que utilizar algodón directamente sobre la herida, ya que podría dejar hilos. Una vez hecho el vendaje de urgencia, acude al veterinario rápidamente para que sea él quien decida en función de la gravedad del diagnóstico.