No obstante, en ocasiones no es posible acudir con la rapidez necesaria o bien podemos hacer algo para paliar el sufrimiento del animal mientras llegamos a la clínica. En estos casos, y sobre todo en los de vida o muerte, la rapidez es fundamental.Cómo coger a un gato herido/enfermo para llevarlo al veterinario
Un animal que siente dolor suele estar asustado y puede volverse agresivo. Tratarlo con mucha cautela y delicadeza. Acercarse despacio sin moverte bruscamente. Puedes ponerte guantes o incluso alguna protección para la cara. Quizá incluso sea necesario el uso de un bozal para gatos.
Coger al gato por la piel del cuello y colocar la otra mano bajo las patas posteriores para manipularlo.
Envuélvelo en una toalla o manta y mételo en un transportín.
Recuerda llamar ANTES de llegar al veterinario para que esté preparado cuando llegues. Deberás explicarle lo que le ocurre, así que una primera inspección del gato es esencial, no puedes llegar allí y esperar que el veterinario lo adivine todo:
- ¿Hay hemorragias?
- Color de mucosas
- Respiración
- Pulso
- Temperatura
- Consciencia
- Comportamientos extraños
- Pupilas
- ¿Hay respuesta o esta en estado de shock? Para ello pellizca entre los dedos de las patas, toca ligeramente el ojo o la zona de alrededor del ano (deberia contraerse).
El botiquín de primeros auxilios para gatos
Todo botiquín debería tener el número de teléfono de veterinario de urgencia/ habitual y direcciones.
Equipamiento general:
Tijeras, linterna, lupa, jeringas, algodón, toalla, termómetro rectal, lubricante (vaselina), guantes, jabón, manta, gasas estériles, esparadrapo, vendajes, pinzas, collar isabelino, empapadores, bozal, bote de muestras, feliway.
Nutrientes:
Suero salino, vitaminas, fuente de azúcar (necesario sobre todo en caso de gatos diabéticos), latas de comida húmeda para casos de convalecencia.
Medicinas
Betadine o clorhexidina, antidiarreico, cortisona, agua oxigenada, laxantes, colirio, adrenalina (en caso de alergia), antipirético, antiinflamatorio, cicatrizante (blastoestimulina) (nota: no administrar medicamentos sin mas, cuando llamemos al veterinario le podemos preguntar si le podemos administrar alguno de estos productos mientras llegamos a la clínica).
Si el gato tiene problemas médicos concretos deberemos tener sus medicamentos habituales a mano.
Casos de urgencia:
Picadura de abeja/avispa/insecto
Las picaduras de los insectos pueden crear problemas leves (como un simple grano) o bien muy graves: hinchazón, dificultad para respirar, vómitos e incluso una reacción anafiláctica que puede matar a tu gato.
Lo primero es intentar localizar el aguijón. Calma a tu gato y coge unas pinzas de depilar. Si no tienes pinzas a mano, puedes usar el borde de una tarjeta de crédito (mira el dibujo). Intenta retirarlo muy suavemente, tirando de el. Procura no presionar la zona o el aguijón liberara más veneno.
Si lo que le ha picado a tu gato es una abeja, el veneno es ácido y por tanto puedes lavar la zona con un poco de bicarbonato sódico diluido en agua. Si lo que le ha picado es una avispa, el veneno es alcalino, y entonces debes lavar la herida con un poco de vinagre o zumo de limón diluidos en agua.
Aplica una compresa fría o un poco de hielo envuelto en un trapo durante 2-3 minutos en la herida. No administres a tu gato ninguna medicación para humanos, ni siquiera los típicos productos para picaduras de uso tópico.
En ocasiones el insecto podría haber picado a tu gato en la boca (muchos gatos intentan comerse los insectos). Este caso es especialmente peligroso porque podría ahogar al animal. Coloca un hielo en la boca (si se deja) y acude rápidamente al veterinario.
Deshidratación
Un gato deshidratado puede tener las encías secas y pegajosas. Si pellizcas la parte trasera de su cuello, levantándola, volverá lentamente a su posición. El gato está deshidratado.
Acude a un veterinario y mientras tanto administra suero salino (lo venden en la farmacia) por la boca al animal.
Herida sangrante
Un animal herido puede mostrarse agresivo y por ello debemos aproximarnos con cautela, intentando calmar al animal. Si por la herida se pierde mucha sangre, el gato podría perder el conocimiento o incluso morir.
Una herida puede ser interna o externa. Si la herida es externa, hay que aplicar presión directa en ella durante unos 10 minutos usando una gasa o un pañuelo (también vale una tela limpia). Si no hay nada a mano tendrás que hacerlo con la mano. Esto permitirá la formación de un coágulo de sangre que taponará la herida. Si es posible, elevar la parte donde está la herida para impedir el flujo de sangre (por ejemplo, si está en una pata, elevarla). No aplicar torniquetes.
Una herida interna es más difícil de detectar, y a veces ocurren por golpes o caídas. Algunos signos de que el gato podría tener una herida interna incluyen tener las encías pálidas, las extremidades frías, respiración rápida, tosidos con sangre, letargia o colapso. Si sospechas que tu gato pueda tener una herida interna, debes ir al veterinario urgentemente, manteniéndolo caliente con una manta.
Problemas respiratorios
La falta de aire es un problema grave y que puede ocasionar una muerte rápida al gato. El gato podría comenzar jadeando, haciendo ruidos al respirar y respirando muy rápidamente. Se debe acudir inmediatamente a un veterinario si el animal presenta dificultades respiratorias. Si entre tanto el animal pierde la consciencia y para de respirar, sera necesario realizar respiración artificial de emergencia:
Para ello coloca al animal inconsciente en el suelo, boca arriba. Observa si en la boca hay algun cuerpo extraño que pudiera estar ahogando al animal (ver más adelante para emergencias por ahogo). Tira su lengua hacia delante y une tu boca con la boca y nariz de tu gato. Exhala aire durante mientras controlas que el pecho de tu gato se eleva ligeramente. Haz una pausa de 5 segundos en cada insuflación. debes hacer unas diez por minuto. Empieza de nuevo hasta que el gato comience a respirar por si solo.
Paro cardíaco
Ante un paro cardíaco, el procedimiento es muy similar al anterior, porque suelen dejar de respirar también. Esta maniobra se denomina RCP. Para saber si un gato tiene pulso, puedes tocar con dos dedos la zona femoral o la zona del corazón:
Coloca al gato ligeramente ladeado en una superficie plana, abre la boca y tira la lengua hacia delante. Coloca la mano sobre su pecho, debajo de la pata superior y presiona suave pero con firmeza unas 100-120 compresiones por minuto durante dos minutos. Ahora alternalo con la respiración artificial, unas diez respiraciones por minuto. Tambien puede hacerse a una relación de 30 compresiones por cada dos respiraciones.
Una vez realizado verifica si ha empezado a respirar o a latir el corzón. Si no es asi repite todo el proceso.
Busca el esternón de tu gato con una mano, una vez localizado ejerce presión con ambas manos (B) o bien con una mano delante y otra detrás (A).
Quemaduras
Pueden ocurrir por causas diversas (subirse a la cocina, electrocutaciones, productos químicos...) en el exterior o en el interior del cuerpo. Las quemaduras son muy dolorosas y pueden infectarse con facilidad.
Debemos aproximarnos al gato con cautela. En el caso de quemaduras por calor o electricidad podemos aplicar una tela empapada en agua fria (nunca hielo directamente). En el caso de quemaduras por un producto químico, hay que lavar la quemadura con agua corriente durante un buen rato (unos 15 minutos) para diluir el agente que la provocó.
Si el agente químico entró en el ojo, tendrás que aplicar una buena cantidad de suero salino en el ojo para diluir lo máximo posible el químico. Acudir inmediatamente a un veterinario.
No cubras la zona quemada.
Ahogamiento, cuerpos extraños en la boca/garganta
Aunque no es muy habitual en gatos, a veces algún objeto podría obstruir las vías aéreas o la garganta. En estos casos el gato suele volverse "loco" tratando de sacarse el objeto, y si le falta el aire sus labios y lengua podrían tornarse azules.
Si el gato puede respirar, al menos parcialmente, tratar de calmar al gato y acudir rápidamente al veterinario. Si tu gato consigue calmarse lo suficiente, podrías intentar sacarlo tu con los dedos, pero te arriesgas a un mordisco (por intentarlo...). También puedes usar unas pinzas.
Si el gato pierde la consciencia, tumba al gato y pasa tu mano por su garganta en dirección hacia la cabeza para forzar al objeto a salir fuera. Otra manera es coger al gato por la parte trasera, colgándolo boca abajo para favorecer la caída del objeto. También puedes usar la maniobra Heimlich: busca el final de la caja torácica de tu gato y presiona con fuerza tres o cuatro veces.
Una vez sacado el objeto, practica la respiración artificial.
Ahogamiento por agua
Si tu gato se ha ahogado en agua, manten la cabeza del animal más baja que el cuerpo para favorecer la salida del agua de los pulmones (puedes cogerlo de las patas traseras boca abajo). Comprueba entonces si el corazón late y respira. En caso de que no, inicia la operación de respiración artificial y de masaje cardíaco. Manten al gato caliente.
Fracturas
Las fracturas óseas pueden ser abiertas (con sangre y herida abierta) o cerradas (la piel permanece intacta). Es fácil detectar una fractura, el gato se quejará de dolor, no podrá usar normalmente su extremidad o tendrá "ángulos raros" en sus articulaciones.
Si la fractura está abierta debes parar la hemorragia tal y como se indico en el apartado de heridas, intentando no dañar la fractura. Cubre la fractura con una gasa estéril (si no es posible, usa una tela limpia). Mantén al gato inmovilizado y llévalo al veterinario usando un medio que mantenga quieto al animal: puede servirte un transportín, un cartón en el que atamos al gato con cintas o tela o incluso una toalla envolviendo al animal.
Golpes de calor
Muy peligrosos sobre todo en verano. El gato jadeará y se mostrará agitado, confundido y puede desmayarse. Se debe retirar al gato a un lugar fresco, podemos administrar aire con un ventilador, abanico... etc y mojar suavemente su pelaje con agua, sobre todo en la zona del cuello, o bien con una toalla empapada. Nunca usar hielo o agua helada directamente. Acudir al veterinario y si el gato esta consciente, darle de beber suero salino.
Fiebre
Suele detectarse por letargia del gato, y sus orejas y hocico estar calientes. Puedes tomar la temperatura rectal con un termómetro veterinario. Se introduce en el ano a unos 2,5 centímetros, puede aplicarse vaselina para que entre mejor. La temperatura normal de un gato es de entre 38, 5-39, 5 ºC aunque esto es un poco variable. Las medidas a aplicar son las mismas para un golpe de calor, y acudir a un veterinario.
Envenenamiento
Un gato puede envenenarse con plantas domésticas, químicos, productos de limpieza, medicamentos o incluso restos de nuestra comida. Si sabes con qué se ha envenenado, guarda la etiqueta o memoriza lo que es, incluso si sabes cuánto ha tomado. Si el gato vomita, puedes tomar una muestra con un bote para llevarlo al veterinario.
Si sabes que el gato ha ingerido una sustancia corrosiva o ácida, es importante NO inducir el vómito, mejor administrar leche o suero salino.
Si el gato ha ingerido una planta o una comida tóxica (cebolla por ejemplo) puede inducirse el vómito. Para ello introduce tu dedo hasta la garganta y presiona el estómago. También puedes ayudarle administrando un pequeño chorro de agua oxigenada.
Debe acudirse al veterinario. Si el caso es a vida o muerte, puede administrarse una ampolla de atropina (0.2-2 mg/Kg de animal), que es útil sobre todo en el caso de envenenamiento por químicos.
Si no sabes que ha ingerido, NO provoques el vómito ni le des absolutamente nada de beber.
Si el gato se ha manchado con pintura o aceite, hay que frotar con vaselina o aceite de oliva (o girasol). Luego lávalo con agua templada y jabón, aclarando abundantemente.
Convulsiones/ ataque epiléptico
Cuando se producen convulsiones el gato puede moverse incontroladamente. Es importante en estos casos evitar que el gato se haga daño a si mismo, mientras que tampoco te lo haga a ti. Evita que caiga al agua o de algún lugar alto, que se pegue golpes y que no te muerda. Debes acudir a un veterinario en cuanto se calme, si es posible graba el ataque para mostrárselo al veterinario. Si el gato es diabético, es posible que necesite un aporte de azúcar rápidamente.
Vómitos
Aunque un vómito aislado no es un síntoma preocupante, si el gato vomita recurrentemente, y más si tiene diarrea simultáneamente, puede ser peligroso. Tanto la diarrea como los vómitos pueden tratarse inicialmente eliminando la comida (ayuno). Administraremos suero salino para evitar la deshidratación. Esperaremos 6 horas, y si el animal ya no vomita, podemos darle un par de cucharadas de una comida suave (un poco de pollo cocido y triturado). Si sigue sin vomitar, podemos administrar pequeñas cantidades de su comida habitual.
Si el gato sigue vomitando o con diarrea, o si se le ve demasiado aletargado, acudir al veterinario. Si el gato vomita sangre no esperar y acudir rápidamente a la clínica.
Heridas
Las heridas pueden ser superficiales o profundas, conduciendo a sangrado. En caso de heridas sangrantes, ya vimos lo que habia que hacer. Si hay un objeto clavado, no tratar de arrancarlo y trasladar al animal con la herida hacia arriba.
Si la herida procede de un mordisco, acudir siempre a un veterinario, pues podria transmitir enfermedades o salirle un abceso.
Para heridas superficiales, limpia la herida con mucha agua y un jabon suave. Seca la herida y aplica un desinfectante suave de uso tópico (como betadine). Para evitar que el gato se lama, ponerle un collar isabelino o tapar la herida con una gasa estéril,, que deberá cambiarse cada día o dos días.
Electrocución
Un gato, sobre todo si es cachorro, puede morder cables. Si tu gato se ha electrocutado, lo primero es desenchufar el aparato o cortar la corriente. Apártalo del cable con una escoba o palo (para evitar electrocutarte tu). Si queda inconsciente sin signos vitales practica la respiracion artifical y el masaje cardíaco. Acude inmediatamente a un veterinario.
Reacción alérgica
A veces las picaduras de insecto o ciertos medicamentos pueden ocasionar una reacción alérgica. De modo leve, se produce urticaria o inflamación, sobre todo en la cabeza, ojos, boca y orejas. Si la lengua se inflama podría ahogarle. Acude al veterinario.
Más grave es el shock anafiláctico, una reacción alérgica en la que el gato puede morir. Si sabes que tu gato es alérgico a cierta sustancia (como la picadura de abeja) debes tener en casa adrenalina inyectable para administrarla intramuscularmente. El veterinario te enseñará cuando aplicarla.
Retención urinaria
Un gato que hace más de 24 horas que no orina es una urgencia veterinaria, asi como orinar con sangre. Acudir rápidamente al veterinario.
Recuerda: primero observar, segundo realizar RCP (si procede) o tratamiento de urgencia, tercero llamar al veterinario (seguir sus instrucciones si nos lo indica) y por último, llevarlo lo más seguro, confortable y rápidamente posible a la clínica.