Heladas, lluvias, un viento que nos mueve del sitio si nos descuidamos... Estamos viviendo un invierno complicado y hay que tomar precauciones para que nuestros animales lo sobrelleven sin mayores contratiempos. Por eso, hoy te traigo unos consejos para que tu perro no pase frío.
A ser posible: no le cortes el pelo estos días
Si te paras a pensarlo, ¡es algo bastante lógico! Da igual si tu perro tiene el pelo largo o corto, o si ya le ha crecido tanto que va dejando su rastro por cada rincón de tu casa... No es el momento para dar este pequeño gran paso.¿Sabías que el pelo le protege del viento? Aunque es cierto que cada perro y cada pelaje es un mundo, y que no todos son iguales... ¡sí cuenta a la hora de protegerle contra este aliciente del frío.
Si el encontrarte pelo por todos los lados es lo que más te preocupa, te aconsejo cepillarle unas dos veces al día. Evitarás ese rastro y él no pasará tanto frío, ¡los dos salís ganando!
¡Abrígalo!
Posiblemente habrás escuchado que los perros no necesitan usar ropa de invierno para vestirse por diferentes motivos: porque en la naturaleza no llevan abrigo, porque su pelaje les protege completamente del frío, porque aquellos que tienen perro no saben ya qué inventar... ¡Error!Los animales domésticos han variado muchísimo con respecto a sus antecesores más salvajes, ¡y ya no están tan adaptados para vivir en un hábitat natural! Además en las casas solemos tener puesta la calefacción para calentarnos y al salir nos abrigamos mucho, ¿te has parado a pensar lo peligrosos que pueden ser para él esos cambios tan repentinos de temperatura?
Para muchos perros el abrigo es necesario y recomendable, ¡pero no cualquier vale! Elige un abrigo que cubra todo su lomo desde la cruz hasta la base de la cola, que sea de un material cómodo y que no limite sus movimientos. A todos nos gusta ir cómodos por la calle, ¡a ellos también!
En invierno, todos dentro de casa
Los jardines y patios son un lugar excelente cuando llega el calorcito, ¿pero tú te quedarías fuera por horas estos días? No, ¿verdad? Ellos tampoco.Durante el otoño, y especialmente en invierno, el pequeño debe estar en una habitación cómoda y calentita para él. De este modo no sufrirá el viento frío y tampoco acabará calado por intensas lluvias.
Si aún no le has aclimatado un espacio en tu casa, ¡es hora de hacerlo!
¿Y la cama? Lejos del suelo
Lo más común es que su cama esté colocada cerca del suelo, ¿verdad? Posiblemente tú y toda la gente que conozcas la tengáis ubicada ahí.Pero el suelo, a menos que se cuente con un tipo concreto de calefacción, tampoco es el lugar más cálido de la casa... Por eso muchos de nosotros llevamos calcetines súper gorditos o simpáticas zapatillas de andar por casa.
Lo más recomendable es colocarla sobre una alfombra gruesa, por ejemplo. Si no cuentas con alfombras de este tipo, coloca una manta sobre su cama. Dormirá más calentito y mucho más feliz.
Sí a la actividad física, pero con precaución
No les dejes en casa todo el día porque necesitan salir, necesitan ese aire fresco (en su medida) y necesitan unos segundos de diversión.Debes enfocarlo desde otro punto y tener en cuenta ciertas cuestiones: ¿tú saldrías de madrugada cuando más aprieta el frío o lo dejarías para el mediodía cuando pega el sol? ¿Te irías a pasear a un lugar apartado o dentro de un parque pequeño y resguardado del frío?
Sácale en horas donde haga más calor y a lugares más resguardados. Y, si a ninguno os apetece, ¡siempre podéis correr y jugar por casa!
Y recuerda que en invierno todos pasamos fríos, ¡cuida a tu pequeño un poquito más!