La seguridad de nuestro gatito es fundamental. Entre las medidas que tenemos que tomar, está el llevar al día las vacunas. Para ello, deberemos ir al veterinario y que este nos ponga al día de todos los pasos que debemos de seguir.
Una de las vacunas con las que debemos de contar siempre es con la que protege al animal de la rabia. Se trata de una enfermedad viral que no se cura nunca y va acabando con el sistema nervioso central. Puede afectar en general a todos los mamíferos y se contagia por mordida o a través de la saliva de un ser infectado. Los síntomas en el animal son los cambios de conducta, nerviosismo, agresiones inesperadas, ansiedad o incapacidad de tragar agua.
La puesta de las vacunas para prevenir la enfermedad es obligada por la ley. Debe suministrarse cuando el felino ha alcanzado los 6 meses de edad. Posteriormente se administrará una dosis de refuerzo en los chequeos anuales.
Cuando hayamos vacunado a nuestro gato debemos añadir una etiqueta en su collar para indicar que hemos llevado a cabo todo el proceso. Además, el dueño debe contar con un certificado de vacunación correctamente cumplimentado.
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Imágenes/Flickr: Brillhasti1 y Joshme17.