En el siguiente artículo te concederé información valiosa que te ayudara a estar atento ante cualquier signo de la rabia, pues solo al conocer todos estos aspectos podrás estar en capacidad de actuar a tiempo para salvar la vida de tu querida mascota. Además, aprenderás como prevenir esta enfermedad, lo que te permitirá cuidar la vida de tu familia y la de las demás personas y animales que puedan entrar en contacto con tu perrito.
Primero ¿Cómo saber si tu perro tiene rabia?
Para determinar si tu mascota padece o no de rabia debes cumplir con un protocolo, este incluye los siguientes pasos:
Paso 1: Reconocer los primeros signos de una posible infección de rabia: las primeras etapas de la enfermedad suelen durar una semana. Durante este periodo el perro enfermo presentara algunos síntomas generales, que a pesar de que no indican contundentemente la rabia en perros, si le permiten al dueño sospechar de que algo en el organismo de su mascota no anda bien. Estos signos son: dolor muscular, irritabilidad, debilidad, agitación, malestar, fotofobia (intolerancia a las luces brillantes), pérdida del apetito, vómito, diarrea, fiebre, escalofríos, incapacidad de tragar con normalidad y tos.
Paso 2: Busca síntomas de la forma paralitica de la enfermedad: esta es la forma más común de la rabia en perros, y dura alrededor de 3 a 7 días luego de los primeros síntomas generales. Se le llama de esta forma porque provoca la parálisis de algunas zonas del cuerpo del can infectado, la cual puede comenzar en las patas traseras hasta llegar a los músculos faciales. Además, el perro presentara confusión, letargo, caída de la mandíbula inferior, ladrido anormal, salivación excesiva que puede tener aspecto de espuma y dificultad para tragar. Si el perro efectivamente padece de este tipo de rabia no estará agresivo ni intentara morder, al contrario, querrá permanecer acostado o echado durante largos espacios de tiempo.
Paso 3: Busca síntomas de la forma agresiva de la enfermedad: esta forma de la rabia también dura aproximadamente una semana, y sucede cuando el perro presenta síntomas de agresividad e irritación. Este tipo de rabia en perros suele causar un cambio de comportamiento, que los hará actuar de manera anormal, y la espuma en la boca tan característica de esta condición los hace lucir aún más peligrosos. Aunque muchos piensan que esta es la única forma de la enfermedad, no lo es, y es mucho menos común.
Las señales que te ayudaran a detectar esta forma furiosa son: salivación excesiva con aspecto de espuma, hidrofobia o pánico al agua (el perro no querrá acercarse al agua y solo al escucharla sentirá repulsión), agresividad sin razón aparente, ganas incontrolables de morder cosas y personas, inquietud, pérdida del apetito, irritabilidad (una pequeña provocación puede desencadenar un terrible ataque, y en algunas ocasiones dicha provocación puede ser nula, y aun así el perro se mostrara dispuesto a atacar), comportamiento extraño (el perro se sentirá atraído por morder cosas inusuales como rocas, basura, cartón o sus propias patas), actitud juguetona que cambia drásticamente a una agresiva con tan solo una caricia o alguna otra muestra de afecto.
Debes tener mucho cuidado al lidiar con un caso de rabia furiosa, pues hasta tu podrías resultar contagiado; lo mejor será mantener al perro aislado hasta que pueda ser visto por un veterinario, lo que debería realizarse con prontitud, porque la vida del can estará en riesgo.
Paso 4: Busca cualquier herida abierta o alguna marca de mordida en el cuerpo de tu mascota: generalmente esta enfermedad se transmite mediante la saliva, que puede llegar al organismo del can por una mordida directa o por otra herida subyacente. Localizar una o más de estas marcas te ayudaran a saber si tu mascota ha estado expuesta a la rabia. El virus al entrar al organismo de su nuevo huésped viaja hacia el sistema nervioso central (la medula espinal y el cerebro) a través de los nervios. Ya en estas estructuras, la rabia se extiende hacia las glándulas salivales, donde se prepara para infectar a otra víctima.
El contagio normalmente se lleva a cabo cuando un perro no infectado es mordido o arañado por uno que se encuentra en la forma agresiva de la enfermedad. En casos muy raros el virus viaja por el aire o se mantiene en objetos contaminados hasta llegar a las mucosas de su víctima. En cualquiera de los escenarios, la rabia se propaga por el organismo hasta llegar al sistema nervioso, donde produce hinchazón, la cual es la principal causante de los síntomas neurológicos.
Estos síntomas irán empeorando progresivamente, lo que aumenta considerablemente el riesgo de muerte y de contagio hacia otros animales y humanos. Además, ten en cuenta que los niños son los principales afectados por la mordida de un perro rabioso, debido a que son los menos capaces de defenderse tanto física como biológicamente. Esas son razones suficientes para actuar con prontitud para resolver este problema que no solo te afecta a ti, sino a toda una comunidad.
Entonces ¿Qué debo hacer si mi perro tiene rabia?
Busca atención veterinaria de inmediato:
Si crees que tu perro ha sido contagiado, debes llevarlo al centro veterinario más cercano para que le hagan una revisión. Es importante que te coloques guantes, camisa manga larga, pantalones largos y zapatos cerrados antes de tocar a tu mascota, debido a que el virus de la rabia en perros permanece en la piel durante aproximadamente 2 horas. Ya en el lugar, lo mejor es que compartas toda la información que hayas podido reunir con el veterinario ¿Cuáles son los síntomas? ¿Cuándo comenzaron? ¿Empeoraron? ¿Sospechas que algún animal salvaje entro a tu hogar? ¿Piensas que tu perro estuvo involucrado en alguna pelea? ¿Crees que fue mordido?
La respuesta a estas preguntas y la revisión exhaustiva del veterinario serán suficientes para determinar la causa de los síntomas. No existe ningún análisis de laboratorio u otro examen que sirva para diagnosticar la rabia en pacientes vivos. La única intervención que se realiza es una biopsia en el cerebro, la cual es analizada microscópicamente para buscar señales muy específicas conocidas como “cuerpos de Negri”. Por eso, cualquier dato que puedas aportar será imprescindible para reconocer la enfermedad.
Decide que es lo mejor para tu mascota:
Existen muy pocas alternativas para tratar la rabia en perros. Si ya tu perrito ha sido vacunado contra esta patología, se le administrara una vacuna de refuerzo, la cual ayudara a su sistema inmunológico a luchar contra el virus. Además, su progreso será monitoreado cuidadosamente durante 45 días, el cual puede hacerse desde casa bajo la vigilancia del mismo dueño. Durante este periodo el paciente no podrá entrar en contacto con otros animales o personas que se encuentren fuera de su hogar.
Por otro lado, si el perro no había sido inmunizado contra la rabia el veterinario recomendara la eutanasia, para evitar que se vuelva completamente rabioso y resulte un peligro para la salud de los que lo rodean. Si te niegas a eutanizar a tu compañero por razones sentimentales se lo pondrá en cuarentena durante 6 meses, donde lo mantendrán en estricta observación. Si luego de este tiempo el perro no se vuelve rabioso será vacunado y después de un mes podrá volver a casa.
Sin embargo, esta no es la mejor opción, pues esta cuarentena no es permitida en casi todos los centros veterinarios; además, tú deberás cargar con todos los gastos que representa este “tratamiento”, con el riesgo de que ni siquiera resulte y el can inevitablemente se vuelva rabioso y muera. Aunque la eutanasia represente un dolor para ti y para tu familia tienes que tomar en cuenta que le estarás ahorrando muchos sufrimientos a tu mascota, la cual se debe sentir deprimida e irritada por la situación.
No obstante…
Existen otras patologías que pueden confundirse con la rabia. Así que, si tu perro presenta los mismos síntomas que antes te indique pero no tiene ninguna marca o rasguño puede que sufra de otra enfermedad, por lo que es importante que acudas a un veterinario para que determine si es o no rabia. Las enfermedades que pueden desarrollar una sintomatología parecida a la de la rabia en perros son: hepatitis infecciosa, meningitis, toxoplasmosis, tumores cerebrales, tétano, agresión materna (sucede en hembras que recientemente han dado a luz a una camada de cachorros) e intoxicación por sustancias químicas como el diminazeno y el organofosforado.
Y si resultas mordido, ¿Qué puedes hacer?
Lo primero es no entrar en pánico. Lava vigorosamente la herida con abundante agua fría y jabón por unos 10 minutos. Luego, asiste a un centro médico rápidamente para que te examinen la mordedura. Las autoridades pertinentes investigaran tu caso e intentaran capturar al animal presuntamente rabioso (solo si el agresor fue un animal salvaje). El tratamiento consiste en la aplicación de varias vacunas postexposición, las cuales solo deben ser manipuladas por un profesional, pues la dosis varía si te han vacunado anteriormente contra la rabia. Es esencial acudir inmediatamente después del altercado, porque cuando un humano presenta los síntomas de la rabia ya no hay nada que se pueda hacer, el resultado inevitable es la muerte.
Existen otro tipo de vacunas que inmunizan a los humanos contra esta enfermedad, y solo son usadas en pacientes que estén en riesgo de contraer el virus por su labor o trabajo. Estas se llaman vacunas preexposición; si te encuentras en un área del mundo donde la rabia está extendida o si estás obligado a entrar en contacto con animales salvajes, lo mejor es que te vacunes. Algunas de las ocupaciones de alto riesgo son: veterinarios, personal de laboratorios que tratan con virus, técnicos veterinarios y personas que trabajan con animales salvajes, en centros de rehabilitación, refugios, parques o zoológicos.
¿Cómo prevenir la rabia en perros?
A pesar de que no existe un tratamiento que erradique la enfermedad después de aparecidos los síntomas, si es posible prevenirla para lograr reducir al mínimo las posibilidades de que el perro se infecte con el virus, para lograrlo debes:
Vacunar a tu mascota contra la rabia: un perro no inmunizado jamás podrá tener la misma calidad de vida que uno que si lo está. Por lo tanto, la mejor forma de evitar que tu perrito contraiga esta terrible enfermedad es la vacunación. Tienes a tu disposición diversas vacunas, que pueden ser administradas cada año, cada dos años o cada tres, y será el veterinario el que te indique cual es la mejor para tu compañero. Cumple con el calendario de vacunas, pues es imprescindible para mantener la salud de tu mascota.
No permitas que tu perro este expuesto al contacto con animales salvajes o callejeros: además de la vacuna, es importante que limites la exposición de tu perro a estos individuos, porque no solo los canes no inmunizados son los que pueden contraer el virus. Lo mejor es mantener a tu mascota en casa, y si tienes jardín asegúrate de colocar rejas que obstaculicen la entrada de otros animales. Si vives en una granja e inevitablemente todos tus animales tienen que estar en contacto, vacúnalos a todos y evita que interactúen con individuos ajenos a la propiedad, sobre todo en horas de la tarde y la noche. Cuando salgas a dar paseos con tu mascota, siempre llévalo con correa para controlar hacia dónde va y con quien tiene contacto. La esterilización es un excelente método para evitar que los perros se escapen y vaguen libremente fuera de casa.
Mantén limpios los espacios de tu casa: un gran truco para hacer menos atractivo tu hogar para animales invasores es mantener todos los espacios higiénicos y libres de basura. Por lo general, estos individuos siempre andan en busca de lugares donde puedan asentarse y conseguir comida fácilmente. Por ello, debes mantener todos los botes de basura y desperdicios sellados y seguros. Además, tapa herméticamente cualquier hueco o hendija que sirva de madriguera para zorrillos, mapaches o murciélagos. Cómo pudiste darte cuenta, es sencillo y económico prevenir esta enfermedad tan peligrosa y mortal. Está en tus manos cuidar la salud y el bienestar de tu familia. No dejes al azar su futuro, mientras más lo cuides, más larga y feliz será su vida.
El articulo original esta en: 4 Pasos clave para detectar la Rabia en perros
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