"Todas las virtudes del hombre, y ninguno de sus defectos". Tal y como reza el panegírico del poeta inglés Lord Byron, estamos ante una raza cuya nobleza supera lo imaginable. Al mirar a un Terranova, veremos los ojos caninos más tiernos. Este amable gigante es un perro fiel por definición. A su imponente tamaño se unen valores relacionados con la abnegación pero también con el talento natural ya que el Terranova posee una inteligencia y un poder de adaptación magníficos. Reúne todas las cualidades para convertirse en un perro de guarda y protección excepcional.
Si decidimos compartir nuestro tiempo con un Terranova, enseguida nos daremos cuenta de su perspicacia. Su morfología podría llevarnos a pensar que en realidad se trata de un can bastante holgazán. Esta suposición, del todo incierta, lleva a muchos a negarle la entrada a un fiel amigo que siempre velará por nosotros: su instinto le empujará a cuidar de aquel que sea su amo.
Notas sobre el estándar
Los estándares de las razas son marcados por expertos relacionados con los Clubes caninos oficiales. La fundación del Club de la raza Terranova tuvo lugar en el año 1886. El tamaño de los machos está estipulado en 70 cm. y su peso entre 63 y 68 kilos mientras que las hembras están cinco centímetros por debajo en altura y el margen de peso estándar está entre los 50 y los 54 kilos.
Los pies del Terranova destacan por su anchura, pero si hay que pararse en algún rasgo de estas extremidades es su característico pie palmeado, un aspecto presente en, por ejemplo, el Labrador. En la segunda falange, dispone de una membrana que cubre las plantas. Este detalle es el responsable genético de que el Terranova tenga tanta movilidad dentro del agua.
El cuerpo del Terranova posee un pecho ancho y profundo repleto de pelo. Su cabeza y su lomo también son anchos, dando la impresión de fuerza. Al hocico cuadrado y corto se le unen unas orejas echadas hacia atrás y de tamaño pequeño. Hay que prestar atención a la cola del Terranova y vigilar para que no se anude ni se enrosque encima del lomo. Por último, indicar que las tonalidades más populares de esta raza son el marrón y el negro. También pueden localizarse particulares manchas blancas.
Unido al mar... y a la nieve
El Terranova es un entusiasta del agua. Y es que su relación con el mar arranca de un punto de la historia en el que los franceses dedicados al duro trabajo de la pesca lo encontraron y vieron en este perro algo muy especial. Los pescadores trataban a este gigante como un marino más, pero también como un excelente socorrista en los naufragios y como un hábil pescador canino.
Las tierras norteamericanas de las que toma el nombre, le concedieron el menester de ser un magnífico perro de trineo. A medida que pasaba el tiempo se le otorgaban a este perro mayor cantidad de capacidades. Así, la isla de Terranova, en Canadá ha visto cumplir a este can con un cuantioso número de encomiendas: desde mensajero de correos hasta guardián de rebaños, pasando por cazador, tirador de carros o vigilante de fincas. No obstante, el origen exacto de esta fabulosa raza sigue siendo hoy en día una discutida polémica.
Descubrimientos arqueológicos establecen al Terranova como descendiente prehistórico directo de una raza que vivió en las áreas polares cercanas a Norteamérica. Otras voces reconocidas señalan al explorador vikingo Leiv el Afortunado como el que trajo a los antepasados del Terranova actual a las costas de América del Norte en su afán por convertir a la fe cristiana a los colonos vikingos sitiados en Groenlandia.
Facilidad de aprendizaje
Una de las características más apreciadas del Terranova es su capacidad para asimilar todo aquello que queramos enseñarle. Con un buen adiestramiento, podemos convertir a nuestro Terranova en un experto en la realización de diferentes tareas, no en vano, actualmente esta raza es una de las más solicitadas en la puesta en práctica de maniobras de riesgo.
En casa, enseguida seremos conscientes de la enorme gratitud que nos profesa este can. Siempre se mostrará sosegado y afable, y no sólo en nuestra presencia, sino también en el caso de que compartamos nuestra vida con algún familiar. Podemos dormir tranquilos si tenemos niños, puesto que el Terranova será su mejor compañero de juegos y su noble defensor.
Su absoluta gentileza igualmente nos infundirá calma si tenemos en nuestro hogar gatos. Los felinos domésticos y el Terranova hacen muy 'buenas migas' y no habrá trifulca de la cual lamentarse. Además, la docilidad de este corpulento cánido evitará posibles problemas vecinales relacionados con los ladridos, a no ser que exista peligro, puesto que su instinto de protección le obliga a custodiar nuestra seguridad.
Algunos consejos
Si queremos educar a este perro, tendremos que hacer hincapié en los ejercicios relacionados con la resistencia, para que el Terranova desarrolle potencia y pueda salir airoso de momentos comprometedores. También es fundamental que le enseñemos a obedecernos y a mantenernos el respeto. Hay que mostrarse flexible, puesto que estamos ante un can inteligente al que no habrá que insistirle con demasiada dureza. Está capacitado para tomar decisiones rápidas y para el improviso.
Este ejemplar debe correr a sus anchas. Habrá que estar muy pendiente de sacarlo a la calle y dejarlo suelto, pero controlado, en algún recinto o parque, para que pueda echar unas carreras libremente. Si el parque tiene algún lago o lugar en el que exista agua, tendremos que extremar la vigilancia porque nuestro Terranova irá directo a bañarse. Si queremos verle disfrutar de verdad, podríamos llevarlo a la playa o a un río.
Su denso pelaje le hace pasar mucho calor; por eso insistimos en los baños al aire libre. Sufre mucho con las altas temperaturas estivales debido a su espeso manto, el cual cepillaremos con brío, a ser posible todos los días. De hecho es mucho más vital desenredarle el pelo y dejarlo liso y suave al tacto con un enérgico cepillado que lavárselo, puesto que no se aconseja el uso frecuente de champú.
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