Aunque estos dos animales se parezcan en diversos aspectos, tienen grandes diferencias que marcan el hecho de ser dos especies distintas. Los conejos y las liebres mantienen algunas características comunes que las hacen ser fácilmente confundidas. Por ello, en este artículo vamos a centrarnos en explicar las diferencias entre conejos y liebres para que no haya problemas a la hora de identificar cada tipo de animal.
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Razones de familia
Estos animales provienen de la misma familia. Por ello, mantienen diversos aspectos en común. Sin embargo, hay diferencias bastante clara entre un conejo y una liebre. Evidentemente, según cada tipo de especie de conejo o liebre, las similitudes y diferencias se acentúa o se atenúan.
Desde que nacen, ambos animales son completamente diferentes aunque tengan esas similitudes. De ahí a que sean considerados como dos especies. Al nacer, la liebre tiene un pelaje más desarrollado y nace más crecida. Por otro lado, el conejo cría nace siendo más pequeño y su desarrollo es más lento. La motricidad es reducida hasta que su crecimiento ya es más avanzado. La liebre tiene más capacidad de resolver problemas por sí sola y desempeñar las funciones de supervivencia con mucha más celeridad. Se podría decir que nacen más preparadas.
Los hábitos a la hora de vivir también son distintos. El conejo es más propenso a esconderse frente a situaciones de peligro, ruidos o algo de estrés, mientras que la liebre tiende a salir corriendo y huir. El conejo es más observador y desde el escondite analiza lo que hay a su alrededor. Un fallo que se podría decir que tiene la liebre es el de huir y no tener en cuenta algunos aspectos que le pueden llevar a ser capturada.
Como consecuencia de este hábito de huida, la liebre se ha escogido como el animal para la caza deportiva, mientras que el conejo se puede criar más fácilmente en el ámbito doméstico y cuidarlos como mascota (véase Cómo cuidar un conejo).
Por lo general, existen especies de conejos muy dóciles como Gigante español o el conejo lop que sirven como mascota y les pues llegar a coger un cariño increíble.
Diferencias corporales entre conejos y liebres
Vamos a ir analizando paso por paso las diferencias entre conejos y liebres para dejarlo más claro. A parte de los hábitos que hemos mencionado, físicamente los conejos suelen tener una cabeza más redondeada y los ojos más a los costados que las liebres. Esto se debe a las adaptaciones que ha sufrido su cuerpo a lo largo de la evolución a causa de su comportamiento. Con los ojos más a los costados tiene una visión más amplia que puede aprovechar para visualizar todo en su escondite.
Tanto el cuerpo del conejo como sus patas son más estrechos que los de la liebre.
Talla y peso
Cuando ves a una liebre a lo lejos puedes ver fácilmente como tiene un tamaño más grande que el del conejo. Las orejas y las extremidades son más grandes y estilizadas. Estas características hacen de la liebre una excelente corredora con más capacidad para tener una velocidad mayor que los conejos. El conejo, por el contrario, es más característico por dar saltos mientras corre y se desplaza.
En cuanto al cuerpo, el del conejo es más rechoncho y con orejas más cortas. Suele pesar entre 1,5 y 2 kilos, teniendo una longitud de unos 50 centímetros como mucho y en especies grandes. La liebre tiene un peso de media de entre 3 y 4 kilos con una longitud media de entre 40 y 60 centímetros. Todo esto varía según la especie. Hay especies de conejo que son muy pequeños como el conejo toy que se aleja completamente de la media. Algunas liebres como la liebre polar son capaces de medir hasta 70 centímetros de longitud.
El tamaño de las orejas de las liebres puede alcanzar fácilmente los 11 centímetros.
Pelaje
Vamos a analizar ahora el tipo de pelo que tiene cada uno. Hay que tener en cuenta que el pelaje va variando dependiendo de la especie con la que estemos tratando. Hay diferencias identificables en cada una que sirven para clasificarlos. Por ejemplo, hay muchas liebres que tienen manchas negras en la piel y los conejos no. Además, como hemos mencionado antes, ya nacen con el pelo desarrollado.
El cambio del pelaje también es distinto entre cada especie. Las liebres que habitan en lugares más fríos son capaces de modificar su pelaje blanco durante las épocas de otoño y primavera, mientras que los conejos lo hacen en invierno. Este cambio en el pelaje sirve para poder camuflarse mejor ante los depredadores.
Hábitos diferentes
Ahora vamos a pasar a diferenciar los hábitos de cada uno para conocer en qué se diferencian. Lo primero es el hábitat. Mientras que los conejos viven en madrigueras donde se alimentan y se esconden, las liebres prefieren los espacios abiertos para saber cuándo tienen que huir. Ellas se resguardan en arbustos o nidos a ras del suelo. Estos hábitos también la hacen más vulnerables a la caza deportiva.
En cuanto a la reproducción, ambos mamíferos son conocidos por tener una gran tasa de reproducción. Sin embargo, cada uno tiene un periodo de gestación y un ritual de apareamiento diferente. Para elegir a la pareja, la liebre huye continuamente del macho y éste tiene que perseguirla a través de grandes distancias. De esta forma, le está evaluando tanto el tipo de interés que tiene como de la resistencia. El periodo de gestación en conejos dura 30 días mientras que en el de la liebre son 42 al nacer más desarrolladas.
Otro de los hábitos en los que se diferencian es en la rutina. Las liebres son solitarias e independientes mientras que los conejos viven en colonias patriarcales. Cuando hay una situación de peligro, la liebre huye a gran velocidad y los conejos se esconden en las madrigueras para pasar desapercibidos.
Como pueden ver, son importantes las diferencias que hay entre estos animales, por lo que ya no podemos confundirlos más.