EL CONEJO LUNAR, VERSIÓN AZTECA.
Si miramos al cielo en una noche despejada y con una buena visibilidad nocturna, observando atentamente a nuestro astro natural, podremos visualizar, ayudándonos con nuestra imaginación, la imagen de un conejo saltando en él. Una vieja leyenda intenta explicar el por qué de esta figura: es la Leyenda del Conejo en la Luna o la del Conejo Lunar.
Cuentan que un día el gran dios azteca Quetzalcóatl, el dios grande y bueno, decidió salir a dar una vuelta por la tierra disfrazado en forma humana. Tras caminar mucho y durante todo el día, a la caída del sol sintió hambre y cansancio, pero sin embargo no se detuvo. Cayó la noche, salieron a brillar las estrellas y se asomó la luna en el horizonte y ese fué el momento en que el gran Dios decidió tomar asiento a la vera del camino para descansar.
En ello estaba cuando observó que se le acercaba un conejo, que había ido a cenar. Quetzalcóatl le preguntó qué estaba comiendo, el conejo le respondió que comía zacate (césped,hierba) y humildemente le ofreció un poco. Sin embargo, la deidad contestó que él no comía aquello y que probablemente su fin fuera morir de hambre y de sed.
Horrorizado ante tal posibilidad, el conejo se le acercó aún más y le dijo que, por más que él sólo fuera una nimia y pequeña criatura, bien podría servir para satisfacer las necesidades del Dios y se auto ofreció para ser su alimento.
El corazón de Quetzalcóatl se ensanchó de gozo, y acarició amorosamente a la pequeña criatura. Tomándolo entre sus manos, le dijo que no importaba cuán pequeño fuese, a partir de aquél día todos lo recordarían por aquella acción de ofrecer desinteresadamente su vida para salvar otra.
Luego lo levantó alto, tan alto, que la figura del conejo quedó estampada sobre la superficie lunar. Luego volvió a bajarlo cuidadosamente y le mostró aquella imagen suya, retratada para siempre en luz y plata, que quedaría allí por todos los tiempos y para todos los hombres y le dijo:
-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y para todos los tiempos.
EL CONEJO LUNAR, VERSIÓN JAPONESA.
De la leyenda del conejo de la luna encontramos en concreto una versión japonesa, donde el conejo recibe el nombre de Tsuki no Usagi. Los japoneses ven en la superficie de luna la imagen de un conejo machacando arroz con un martillo para preparar mochi.
El mochi es un pastelito japonés hecho de arroz glutinoso molido en una pasta y después moldeado.
Según esta versión, apareció un día en un poblado de Japón un viejo peregrino que al parecer estaba pasando muchas necesidades y le pidió ayuda y alimento a tres animales: un mono (en otras versiones, el mono es un oso), que subió a un árbol y le bajó algunas frutas; un zorro, que cazó para él un ave y una liebre, que no pudo más que regresar sin nada.Cuando ésta vió el sufrimiento del pobre hombre, sintió mucha pena y culpa; por lo que encendió una hoguera y se introdujo en ella como sacrificio.
Al ver esto el viejo vagabundo, descubrió su verdadera identidad, ya que era un poderoso dios,conmovido ante el trágico sacrificio del pobre animal, experimentó un profundo dolor, y lloró copiosamente mirando al cielo.quiso inmortalizar su sacrificio, recogió los restos del conejo y los enterró en la luna como monumento a su gesto de solidaridad. dejando para siempre su estampa en la misma. Luego, golpeando el suelo con su bastón exclamó:
– Todos merecéis mis alabanzas, pues habéis sido buenos y valientes. No hay ni vencedores ni vencidos, pero la prueba de AMOR del conejo ha sido excepcional.
Esta versión suele contársele a los niños japoneses, explicándoles también que los conejos hoy saltan en la tierra intentando alcanzar a su héroe en la luna.
Abajo,les dejo una simpática versión de esta leyenda,escenificada por marionetas:
EL CONEJO Y LA LUNA-CORTOMETRAJE JAPONÉS.
Fuentes:
https://www.youtube.com/watch?v=vm-yMEhsrts
https://sobreleyendas.com/2009/10/16/la-leyenda-del-conejo-de-la-luna/
http://letrasparavolar.org/el-conejo-de-la-luna/