Hay que educar al perro desde el primer día. Hay consejos básicos como la imposición de unas reglas. Es mejor ignorar la mala conducta a castigarla ya que podría seguir haciendo cosas para llamar nuestra atención. No hay que caer en errores comunes a la hora de educarle.
Respecto a la orina hay que esperar a que se adecúe a hacerlo fuera de casa. Entonces se le regañará si lo hace delante de nosotros. Si nos precipitamos creerá que es malo hacerlo delante de nosotros y tampoco lo hará fuera cuando le saquemos. Es fundamental educar sin violencia.
Para que se siente debemos premiarle con comida. Pondremos ésta encima de su cabeza y si no se sienta le empujaremos levemente de sus patas traseras. Repetimos esto varias veces y el can acabará haciéndolo. En ese momento le indicaremos la orden para sentarse- se suele decir `sit´ o `sienta´.
Para que se tumbe existen varios trucos. Lo idóneo es dejar comida en el suelo cogida con la mano y premiarle cada vez que se acerque tumbándose poco a poco hasta introducir la orden. Entonces les daremos una de las órdenes básicas.