One es un perro mestizo, sin pedigrí, de apenas 5 años de vida. Ya ha vivido dos veces el drama del abandono. Fue adoptado cuando era cachorro por una familia sensibilizada con la situación de los animales. Con la crisis, perdieron la casa y se vieron obligados a volver a dejarlo en el refugio donde lo habían recogido. Esta es una de las historias más comunes que se han vivido en el centro de adopción de la Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA) durante la crisis: devolver los animales ya adoptados en su día.
En 2014 se recogieron en las protectoras y refugios de toda España casi 140.000 animales, entre perros y gatos, según el último estudio de la Fundación Affinity -obra social pro animales de la empresa privada de alimentación- hecho a partir de datos de las propias asociaciones. Una cifra que no ha subido desde el inicio de la crisis. Incluso ha caído un 10% entre 2008, cuando se abandonaron 156.000 animales, y 2014. "Los datos parecen terribles, pero no están teniendo en cuenta la alta cifra de animales que fallecen en las carreteras o que se encuentra la gente", explica María, voluntaria de la sociedad protectora ANAA. El estudio de Affinity, realizado a través de un cuestionario que se envía a asociaciones protectoras y ayuntamientos de toda España, solo tiene en cuenta los animales que llegan a estas entidades. "Hay un mundo de abandono muy bestia", cuenta María. Aunque el número total se ha mantenido estable, la crisis sí que ha cambiado las razones por las que abandonamos a nuestros animales. Desde 2009, se ha duplicado el porcentaje de abandonos debido a factores económicos, pasando a ser la primera causa en 2014, con el 16% de los casos.
"Parece que la crisis no ha afectado pero sí lo ha hecho", explica Jaume Fatjó, director de la Cátedra de la Fundación Affinity. Sin embargo, aunque no se ha notado en el número de abandonos, sí en las condiciones de los refugios y sociedades protectoras que terminan recogiendo a los animales. María calcula que los ingresos de las protectoras han caído un 30% por la situación económica. "Mucha gente ha dejado de colaborar durante la crisis", relata. La Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA) todavía cuenta con la ayuda de más de 120 voluntarios para atender a los animales que recogen en su centro de adopción, saturado por las nuevas llegadas.
La lista de razones por las que se abandona a un animal la lideran en 2014 los factores económicos (16%), seguido por las camadas indeseadas (13%), el comportamiento del animal (12%), la pérdida de interés en el animal (9%) y el fin de la temporada de caza (9%). Laura Duarte, portavoz del Partido Animalista (PACMA), critica que la causa principal del problema "es la falta de sensibilidad y conciencia" por los animales. "Hay que trabajar en la raíz del problema", reclama.
Desde PACMA se plantean varias medidas para intentar paliar las consecuencias del problema: IVA reducido a veterinarios, prohibición del uso de perros para cazar, regularización sobre la compra-venta de animales o la esterilización obligatoria. "Hay que educar a la gente porque la persona que abandona a un perro le hace daño a toda la sociedad", argumenta Fatjó, director del estudio.
Los datos reflejan que el abandono se ha convertido en un problema estructural en la sociedad española. Ni siquiera se atisba un efecto estacional, según los datos de Affinity. Entre el primer, segundo y tercer cuatrimestre se abandonaron el mismo porcentaje de perros en 2014, desenterrando el mito de que se abandonan más animales durante el verano. "No hay picos de abandono, tristemente, todo el año lo pasamos así", cuenta una voluntaria de ANAA.
Todos reclaman una legislación "en condiciones" para intentar paliar las consecuencias del abandono. Aunque no existe una normativa estatal de protección de los animales, las comunidades autónomas han ido aprobando distintas leyes sobre el tema. En la Comunidad de Madrid, las sanciones por abandonar o maltratar animales van desde los 2.400 hasta los 15.000 euros. Laura Duarte, portavoz de PACMA, se resigna: "No hay sanciones ejemplares para combatir el abandono".
La crisis, no obstante, también ha despertado el lado más solidario de las familias españolas. Las adopciones, que en 2008 solo suponían el destino del 29% de los perros y el 19% de los gatos, en 2014 ya alcanzaba el 45% y 40%, respectivamente. Aunque los datos son esperanzadores, todavía nos "queda mucho camino". "Estamos a años luz de países como Alemania o Estados Unidos, sin buenas campañas de educación y formación es imposible", sentencia María, voluntaria en la protectora de ANAA.
Fuente: http://www.eldiario.es/sociedad/abandono-animal-drama-estructural_0_414359372.html