Las gatas en celo maúllan y aúllan sin cesar, al tiempo que se restriegan contra cualquier objeto que encuentren en su camino. Las perras, por otro lado, se muestran inquietas y alteradas. Estirilizarlas es la única manera de terminar con estos inconvenientes, no sólo para evitar la preñez, sino también para terminar con las molestias del celo.
Distrae a tu mascota
El comportamiento de la hembra durante el período de celo es a menudo una llamada de atención al dueño. Podemos mitigar sus molestias dándole una golosina o mimándola más de lo habitual. Estas muestras de cariño contribuirán a que se tranquilice. Darle su juguete favorito, acariciarle la barriga o jugar con ella también serán buenos remedios. Una trepidante sesión de juegos con su dueño le hará olvidar por un rato su incómoda situación.Frecuentemente las hembras en celo se relajan escuchando música tranquila y armoniosa. La música clásica es la más adecuada, en especial Mozart. Pero hay que tener cuidado con la música más contundente (rock, electrónica), pues puede recordarle a los sonidos que emiten otros animales. Algunas tonalidades pueden estimular la excitación sexual, por lo que hay que ser prudentes cuando hacemos de Dj’s. Vivaldi mejor que los Rolling, por ejemplo.
El celo hace gastar muchas energías, en especial en las perras, pero lejos de comer más pierden su apetito, por ello es recomendable dar a tu can hembra manjares especiales que la ayuden a mantenerse fuerte; pueden ser alimentos para bebé, hígado cocido, etc.
Cómo evitar el contacto con machos
Los gatos y perros macho pueden seguir una pista de una hembra en celo solamente olfateando el aire. Los gatos pueden encontrar a su futura pretendida a más de 1 km de distancia y los perros a unos 4 kms. Por ello mantener las ventanas cerradas durante la época de celo parece una prudente decisión, principalmente las de las habitaciones donde más tiempo pase el animal a lo largo del día. Otro remedio bastante útil es darle a tu mascota pastillas de clorofila, de venta en tiendas de dietética, que ayudarán a enmascarar el olor del celo.Las gatas pueden orinar por la casa para atraer a sus pretendientes, por ello es mejor impedir el acceso del animal a ciertas partes del hogar que queramos preservar de estas incomodas ‘señales’ para el apareamiento, circunscribiendo su espacio a determinadas zonas. Las perras, por otro lado, pierden sangre. Lo mejor es ponerles pañales para evitar que manchen la casa.
El dueño tendrá que tener muy presente que las perras y las gatas en celo urdirán multitud de planes para lograr salir a la calle, por lo que habrá que estar muy atento al salir de casa, no vaya a ser que se escape.