Sobre el Bull Terrier pesan todo tipo de rumores sobre una supuesta personalidad agresiva y peligrosa. Se dice de ellos que son terribles, casi malvados, como un demonio encarnado...Se dice que agreden sin provocación y siempre están dispuestos para pelear hasta la muerte, pero todo esto es falso. Si bien en sus orígenes sí fueron perros de combate, en 1935 estas actividades fueron prohibidas y la raza comenzó a demostrar su digno temperamento.
El Bull Terrier es un perro muy valiente, leal, activo y apegado a su dueño. No soporta muy bien la soledad, se vuelve ansioso y puede llegar a romper cosas; necesita compañía y afecto, la atención de un dueño que lo haga sentir querido. ¿Todo esto parece propio de un perro agresivo?
Es cierto que también son dominantes y necesitan mucha supervisión, por lo que no son muy recomendables para familias primerizas. Si están bien sociabilizados pueden llevarse bien con los niños, pero no toleran demasiados abusos infantiles, con lo que hay que tener cuidado. Tampoco es recomendable que haya otro perro del mismo sexo: el Bull Terrier se vuelve agresivo ante un rival, está en su instinto.
El ejercicio es una necesidad primaria para estos perros, que tienen muchísima energía que quemar. También lo es una sociabilización temprana y completa, para que reaccione adecuadamente ante todos los estímulos externos, como niños, gatos u otros perros. Recuerda que es un animal preparado genéticamente para responder agresivamente ante un posible enemigo.
El adiestramiento del Bull Terrier no es tan sencillo como sucede con otras razas, se distrae con mucha facilidad, y su gran cantidad de energía lo hace difícil de manejar. No obstante, una vez lograda su educación se convierte en el perro más fiel.
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http://perro-obediente.com/razas-de-perros/secretos-bull-terrier.html
Saludos,
Marcos Mendoza