Si acudimos a la montaña, es posible que nuestra mascota beba del primer arroyo que encuentre, sin saber si ese agua es potable o no. También puede ocurrir que, cerca de nuestro lugar de vacaciones, haya perros sueltos que quieran defender su territorio, y nos topemos con ellos durante el paseo. Por esta y otras razones, hay que prestar la máxima atención en todo momento.
Peligros en zonas turísticas
En verano hay una mayor afluencia de gente y de coches, por lo que la probabilidad de atropellos aumenta. Es recomendable no perder de vista a nuestra mascota, llevarla bien sujeta, sobre todo en zonas donde el tráfico sea mayor. Además, tenemos que tener cuidado con las peleas entre los perros. Éstas se producen porque, cuando nuestra mascota pasea por territorios nuevos, puede encontrase con otros perros que controlan la zona, y pueden empezar una pelea con el fin de expulsar a un intruso de su territorio.En estas épocas de gran movimiento, de mayor actividad, nuestra capacidad de atención disminuye, y nuestra mascota está expuesta a una mayor cantidad de estímulos, que acaparan con gran facilidad su atención. Si sumamos estos dos factores, es fácil comprender por qué el número de extravíos y de robos de mascotas aumenta tanto en esta época. Por ello, es preciso recordar la importancia de tener bien identificada nuestra mascota, tanto con el microchip como con su placa identificativa.
Cuidado con los insectos
Sabemos que durante el año tenemos que prestar atención a los parásitos, en la época estival este cuidado es mayor, ya que, debido al calor y a la humedad del ambiente, la proliferación de insectos es muy elevada. Es muy importante que tengamos a nuestra mascota bien desparasitada. Hay que recordar que los insectos (mosquitos, pulgas y garrapatas) son transmisores de peligrosas enfermedades para nuestras mascotas.La mayor parte de las reacciones alérgicas en nuestras mascotas están producidas por el veneno de determinados insectos (tábanos, abejas, etc.) Sin embargo, existen otro tipo de animales cuya picadura puede provocar un gran daño. Si estamos en el campo, tendremos que tener cuidado con las picaduras de serpientes y, en el caso de ir a la playa, extremar las precauciones frente a los venenos de la medusa o de la faneca. En caso de picadura, debemos llevar el animal inmediatamente al veterinario.
Intoxicaciones y problemas gastrointestinales
Las intoxicaciones están provocadas, en la mayoría de los casos, por la ingesta de aceites, alimentos en mal estado, aguas insalubres, insecticidas, matarratas, etc. La solución es tener controlada a nuestra mascota, saber por dónde anda (que no tenga acceso a basureros, por ejemplo) y sobre todo, tener productos biocidas fuera de su alcance. Los problemas gastrointestinales son muy comunes en esta época, provocados por los cambios alimenticios en el animal. Muchas veces, al veranear, no solemos llevar la comida habitual del perro, y le damos cualquier otro pienso, lo que les puede ocasionar trastornos alimenticios.Además, en verano solemos consentir más a nuestras mascotas, dándole alguna chuchería que otra, lo que no le viene bien a su estómago. Tenemos que tener también especial cuidado con el agua y saber bien de dónde bebe el animal, ya que muchos manantiales no son potables, o bien son aguas de poca calidad. Si nuestra mascota bebiera de ellas, podría sufrir, como mínimo, un trastorno digestivo y, en el peor de los casos, una intoxicación. Lo ideal es llevar también a nuestras vacaciones la comida que habitualmente come y, por supuesto, restringir los premios tan típicos de esta época.
Con estas medidas, el animal disfrutará del buen tiempo con total seguridad y sin sufrir ningún tipo de dolor que, con un poco de prevención, podemos evitar perfectamente.
Por Cristina López Lamas, veterinaria de la Clínica A Marosa.