La ley es clara a nivel estatal: está prohibido mantener un perro encadenado permanentemente. Otra cosa es encadenarlo por unas horas al día para evitar agresiones o escapadas del perro (por ejemplo, la persona que va a su finca y tiene el perro suelto, pero si se ve obligado a dejar la puerta abierta debe atarlo). Esta es una excepción, porque el perro tiene libertad de movimiento el resto del día. El maltrato y la prohibición viene dada en perros encadenados permanentemente, e incluso, en perros que viven siempre en el balcón. Y, desafortunadamente, de éstos hay muchos.
Como decía, esta prohibición se recoge en la normativa estatal y autonómica. Por ejemplo, en el artículo 5 de la Llei de protecció dels animals de Catalunya se recoge la prohibición de: “d) mantenerlos en instalaciones indebidas desde el punto de vista higienicosanitario, de bienestar y de seguridad del animal. […] – l) mantenerlos atados durante gran parte del día o limitarles de manera duradera el movimiento que les es necesario.”
Otro ejemplo lo encontramos en el artículo 4.1 de la Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de protección de los animales de Andalucía, el cual establece:
“c) prohibición mantenerlos en lugares o instalaciones indebidas desde el punto de vista higiénico-sanitario o inadecuadas para la práctica de los cuidados y la atención necesarios que exijan sus necesidades fisiológicas y etológicas, según raza o especie. […] – f) prohibición de mantener permanentemente atados o encadenados a los animales.”
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El delito de maltrato por tener el perro encadenado permanentemente o confinado en terrazas minúsculas o balcones de por vida supone una sanción administrativa para el propietario. ¿Cómo puedes denunciar si conoces algún caso de este tipo? Puedes denunciarlo directamente a la Guardia Civil de tu ciudad o de forma anónima a través de la aplicación móvil Alerta Animal.
¿Por qué debes denunciar? Sin ninguna duda para evitar que el perro siga sufriendo. El sufrimiento está más que comprobado:
Los perros son uno de los animales más sociables que existen. Un perro encadenado es un perro solo que no puede interactuar con nadie. Al cohibir esas relaciones y someterlo a esa soledad, el perro sufre ansiedad y depresión.
Los perros necesitan diariamente dosis de actividad física. Si le privamos de esa actividad física el perro estará profundamente estresado y con niveles de agresividad muy altos.
El daño psicológico es brutal, pero el físico también está presente. Los tirones para poder zafarse del collar provoca en el cuello llagas, lesiones en las cervicales y problemas de espalda. Sin mencionar que estos perros, suelen estar bastante abandonados de revisiones veterinarias y en las más precarias condiciones higiénicas.
Querer un perro para tenerlo en estas condiciones es inhumano. Si conoces algún caso, no dudes en salvar la vida de ese perro, porque vivir en esas condiciones es obligarlo a estar muerto en vida.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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