Enfermedades de la piel en gatos: ¡detéctalas a tiempo!

Los gatos son unas mascotas tiernas y cariñosas, a pesar del concepto que la mayoría tiene de ellos. Si bien son diferentes a los perros domésticos, en cuanto a quedarse quietos en casa, son buena compañía. Suelen ser nómadas, ir y venir cuando quieren. Y es por esto, que están más expuestos a contraer enfermedades en el camino; también, son más propensos a enfrentarse en combates con otros animales por la misma situación. Esto puede traer como consecuencia una serie de enfermedades de la piel en gatos que pueden ser dolorosas y tediosas para nuestros amigos felinos; además de traerles serias complicaciones.

Enfermedades de la piel en gatos más comunes

Los trastornos de la piel son muy frecuentes en gatos; especialmente, durante el otoño y el invierno que es cuando suelen mudar el pelaje. Las enfermedades de la piel se pueden deber a parásitos, bacterias, alergias, golpes, tumores, entre otros.

También está la posibilidad de que el animalito no esté recibiendo el cuidado necesario en casa; por ejemplo,  estar en un ambiente muy húmedo o muy seco. Esto puede afectar la piel de tu mascota, aunque no gravemente, pero puede abrir las puertas a otras dolencias.

Entre las enfermedades de la piel en gatos, las más comunes son:

Dermatitis miliar: con esta enfermedad los gatos sufren de picazón excesiva. Aparecen pequeñas protuberancias o ronchas rojas y redondas localizadas. En especial, alrededor del cuello del animal, cabeza, cara y parte posterior del cuerpo.

Para la detección de esta enfermedad, es necesario realizar un raspado de piel; así como, un cultivo de hongos.

Alopecia: es una condición común entre los animales con el paso del tiempo. Sin embargo, cuando llega a ser extrema, es cuando vienen los problemas. La alopecia felina puede ser causada por varios factores, como: hongos, bacterias, alergias, parásitos, entre otros. En algunos casos, el estar el gato sometido a algún tipo de estrés, puede ocasionar alopecia. El tratamiento se aplicará según sea la causa.

Otodectes: un padecimiento frecuentemente visto en gatos cachorros nacido en la calle. Se puede contagiar de muchas maneras, una de ellas, la más usual, es la transmisión de parásitos a través de la leche materna de una madre infectada que está amamantando.

Alergias en la dermis: es probable que si tu gato presenta picor, ardor, zonas inflamadas y se rasca constantemente, se encuentre padeciendo de alergias. Las alergias son desencadenadas por muchos factores. Quizás tu gato sea alérgico a ciertas partículas como el polen o el moho, a un nuevo alimento, si se lo has cambiado recientemente, o a sustancias irritantes (champú, jabón, productos de limpieza, aerosoles, pinturas, etc).

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Es importante que cuando lo lleves al veterinario le des un historial detallado de todo lo referente a la mascota. Enfócate en ver si hay alguna época en particular en la que se vea más afectado o si hay productos nuevos en casa.

Es fundamental brindarle un tratamiento con urgencia. Ya que, de persistir el gato puede herirse, abrirse la piel y arrancarse el pelo.

Cáncer en la piel: el cáncer afecta tanto a humanos como a los mininos, y aunque parezca increíble es bastante usual en estos pequeños. Los más propensos a sufrirlo son los gatos de pelo corto, blanco y de pelo y narices claras, ya que tienen menos protección contra los rayos del sol. Sin embargo, los gatos de pelaje más oscuros también pueden sufrir de esto, si toman sol a la hora incorrecta.

Enfermedades de la piel en gatos tiña

La tiña es una enfermedad que se produce debido a un hongo, denominado dermatofito (de la especie M. canis en los gatos), que se despliega en las capas de piel muerta; así como en uñas y pelo.

Los gatitos jóvenes son más propensos a contraer esta enfermedad debido a que sus defensas no están bien desarrolladas. Por eso es importante que los gatos recién nacidos no entren en contacto con mantas, juguetes u objetos de otros gatos infectados; ya que es altamente contagiosa.



La infección se da gracias a las esporas que tiene el hongo, que se forman rodeando de los pelos contaminados del gato; estos a su vez se distribuyen por todo el cuerpo del animal. Estas esporas son muy resistentes, ya que pueden persistir y durar por más de año y medio en el ambiente.

La enfermedad puede empeorar si el gato tiene lesiones o heridas en la piel.

Los síntomas varían, a algunos se les manifiesta de manera violenta, y otros presentan marcas muy pequeñas. Las lesiones suelen ser de forma redonda y ocasionar calvas, en las cuales se puede observar la piel irritada, inflamada y descamada. Generalmente, se da en las orejas, cabeza y patas.



Como se puede apreciar, los gatos, a pesar de su tendencia a ser independientes, necesitan atención y cuidados. Porque al igual que las personas pueden enfermarse gravemente.

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