La verdad es que el hecho de cruzarse es un mito. No existe esa necesidad en el perro ni a nivel físico ni a nivel emocional, es decir, que si tu perro no se cruza nunca no va a tener un trauma.
Esa idea que surgió hace tiempo sobre la necesidad imperiosa de reproducirse al menos una vez en su vida es más que un mito y surge desde una percepción humana de “hay que reproducirse para sentise plenos”, pero a ciencia cierta, el perro no tiene noción de ser “padre” ni “madre”.
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Un perro esterilizado joven solo obtendrá beneficios en su salud tanto a nivel físico como emocional:
Evitará periodos de celo que en ambos casos lleva a periodos de ansiedad y estrés, molestias físicas, etc.
Evitarás escapadas de casa, tanto por parte de ellos que huelen las hormonas de lejos, como de ellas, que buscan ser montadas con desesperación. Las escapadas de casa pueden llevar a atropellos, pérdida del animal, robo del animal, etc.
Evitarás embarazos psicológicos en ellas y reducirás la agresividad y el marcaje territorial en ellos.
Evitarás el desarrollo de ciertos cánceres en ellas (útero, mama, ovarios, etc.) y en ellos (testículos, próstata, etc.)
Evitarás problemas gestacionales o de parto en ellas y de peleas entre machos en ellos.
Evitarás traer al mundo nuevos cachorros que solo ayudarán a aumentar más la población de perros en las numerosas protectoras y perreras de este país.
Desafortunadamente, España es el país europeo que más abandono y maltrato animal realiza y en nuestras manos está reducir esto.
Esterilizar a tu perro, cuanto más joven mejor, no solo tiene beneficios para su salud física sino también en su salud emocional. Deshecha el mito de que el perro tiene que cruzarse una vez en la vida y garantízale vivir una vida plena a tu lado sin necesidad de reproducirse.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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