Bueno, pues como pasa con las personas todos podemos tener un día malo. Hay personas que piensan que una vez que el perro ha mordido ya lo va a hacer otras veces, sucede sobre todo cuando lo hacen con un niño. Los padres, presos del temor a que se vuelva a repetir esta conducta contra su hijo, deciden deshacerse del animal, por si las moscas.
Y el problema puede haber sido uno o varios. Los niños son las principales víctimas de despuntes de agresividad en perros, ¿te habías dado cuenta? En mi ebook “Cómo educar a los niños a interactuar con perros con total seguridad” explico los factores desencadenantes de agresividad contra los niños, que son muy comunes debido a que nadie ha educado a los niños a relacionarse con niños. En el ebook explico cómo educar a los niños y cómo educar a los perros para una sana y armoniosa convivencia, pero también explico los factores que llevan a que un perro pueda atacar y cómo prever y prevenir los ataques.
Que un perro ataque una vez no significa que lo vuelva a hacer pero, obviamente, hay que tener en cuenta una serie de factores que son los desencadenantes de conductas de agresividad como pueden ser:
Relacionales: es decir, de cómo nos relacionamos con el perro. Si tratamos al perro con agresividad, aprenderá a relacionarse con el resto del mundo con agresividad. Sin embargo, muchas veces los tratamos de forma contraria, sin agresividad pero con demasiado cariño. Me explico, de forma inconsciente desarrollamos conductas agresivas por la forma en lo que lo tratamos: al abrazarlo (la mayoría de perros no les gusta ser abrazados y al verse invadidos reaccionan de forma agresiva), al cargarlo de forma recurrente (los perros que suelen pasear a bracitos del humano son perros que se vuelven altivos, no les dejamos oler a otros perros y a otras personas, volviéndose inseguros y violentos por miedo), al intentar limpiarlos (la limpieza de dientes, de oídos, el corte de uñas… pueden causarle tanto estrés que intenten morder), etc.
Dolorosos: un dolor puede desencadenar una conducta agresiva y es muy común en muchas consultas veterinarias. Cuando el perro ha aprendido que la vacuna duele puede reaccionar de forma violenta, o cuando tiene un dolor de barriga agudo, artrosis, etc. Es normal que si sienten un dolor que no pueden comunicar lo hagan de la forma más agresiva para evitar que lo movamos o toquemos.
Posesivos: con la comida, con los juguetes e incluso con personas pueden sentir celos. Suele pasar con perros muy posesivos que creen que su cosas son suyas y de nadie más. Con educación se puede reducir y hasta anular este comportamiento.
Socializadores: una mala socialización o hechos traumáticos puede hacer que tu perro sea agresivo con otros perros o con otras personas. Con una correcta reeducación se puede solucionar.
Estresantes: sin duda, los factores estresantes son la principal causa de agresividad en perros. Y, ¿cuáles son esos factores estresantes? Aquellos que creamos nosotros al no dejarles ser perros: la falta de actividad física, la falta de rutinas, no respetar sus descansos, sus comidas, su espacio vital, maltrato físico o verbal, educarlo con miedo, tener a un perro atado o encerrado, etc.
El perro no es agresivo por naturaleza. Si aprendemos a comunicarnos con él, a respetar su psicología y a entender su lenguaje evitaremos episodios que pueden resultar muy desagradables e incluso peligrosos, tanto para el perro como para nosotros.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”