Los hámsters son fáciles de cuidar, su jaula solo debe limpiarse una vez a la semana, ya que a penas la ensucian y tan solo debemos asegurarnos de que disponen de agua y comida regularmente y ayudarles a que realicen el ejercicio que necesitan.
Además, son ideales como primera mascota, ya que permiten que nuestros hijos adquieran responsabilidades sencillas. Aunque esto no quiere decir que no requieran la supervisión de un adulto.
La parte negativa de escoger un hámster como mascota para tus hijos es su corto período de vida. Los hámsters suelen durar entre 2-3 años, los niños más pequeños todavía no entienden el concepto “muerte” y tienden a encariñarse con el roedor. Por eso es importante que si decides tener un hámster, tengas en cuenta este punto.
Y el último punto, es que un hámster no es un juguete, sino un ser vivo. Tendrás que valorar si la edad de tus hijos permitirá que entiendan que el hámster no es un juguete, sino un animal con el que se puede jugar pero sin agobiar. Pueden llegar a ser agresivos si se les asusta.
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