Queremos que la viralidad de los gatos siga quedando en Internet, y por ello, desde Boehringer Ingelheim lanzamos la campaña "GatoViral" que, con el lema ‘¡No dejes que este gato se vuelva viral!’, tiene como objetivo difundir y promover la importancia de la vacunación en los gatos.
Y es que actualmente contamos con datos alarmantes en este aspecto, tales como que la mitad de los gatos no han sido vacunados el pasado año en España, o que muchos de los que sí son vacunados cuando son pequeños, no reciben más vacunas convertidos en adultos. Todo ello nos dice algo alto y claro y es que hay poca información al respecto, ¡por lo que vamos a cambiarlo!
La vacunación es la mejor opción que tenemos para prevenir enfermedades infecciosas de gravedad como la leucemia, la gripe felina o la temida rabia, y con razón. Así, las terribles consecuencias que puede llevar un contagio de rabia por parte de nuestro gato nos llevan a tratar un poco más en profundidad esta enfermedad.
¿Qué es la rabia felina?
Se trata de una enfermedad de carácter vírico que puede afectar a cualquier mamífero, incluidos los humanos. Aunque los principales portadores de este virus a nivel mundial son los perros, no podemos dejar de atender a su prevención en los gatos, ya que no tiene cura y desemboca de forma irremediable en el fallecimiento del animal. Además, puede suponer un riesgo para toda la familia.La rabia se transmite a través del virus Rhabdoviridae mediante las secreciones y, sobre todo, la saliva. Por esa razón, las mordidas entre animales afectados son la principal vía de contagio. De esta forma, este virus actúa sobre el sistema nervioso central, atacando directamente al cerebro del animal.
¿Cuáles son los síntomas?
El principal síntoma que se identifica con la rabia es el cambio brusco de comportamiento, aunque hay que tener en cuenta que el periodo de incubación puede ser muy largo, llegando incluso a superar las 8 semanas. De hecho, hay animales infectados que pueden estar meses e, incluso, años sin mostrar síntomas.Se pueden identificar también nerviosismo, miedo, aislamiento, nariz húmeda, respiración acelerada, modificaciones en los maullidos, sed constante, inapetencia, vómitos, irritabilidad… Estas manifestaciones de la enfermedad pueden agravarse, presentándose, incluso, problemas respiratorios que lleven a la asfixia del gato y problemas neurológicos como convulsiones, temblores, desorientación, marcha errante hasta la parálisis del cuerpo y entrada en coma. Suelen morir en 3-4 días desde que se inician los síntomas.
¿Cuál es el tratamiento?
Tal y como hemos comentado al inicio del artículo, la rabia es una enfermedad sin cura y tratamiento, que provoca de forma inevitable la muerte del animal.Por esa razón, la principal baza para nuestras queridas mascotas es la PREVENCIÓN. Bajo esa premisa nace la campaña "GatoViral" de Boehringer Ingelheim.
Todos queremos que nuestros amigos felinos crezcan sanos y felices, y vivan muchos años con nosotros, ¿verdad? Para ello, no podemos dejar a un lado la vacunación, que les protegerá de posibles enfermedades infecciosas.
Actualmente, la vacuna de la rabia es obligatoria en algunos países. En el caso de España, solo es en algunas comunidades autónomas, salvo si queremos viajar con ellos, para lo que será casi siempre indispensable. En cualquier caso, vivamos donde vivamos y sea cual sea la normativa vigente, si queremos que nuestros pequeños amigos estén bien protegidos y solo se vuelvan ‘virales’ –en el buen sentido- en Internet es recomendable vacunarles cuando lo recomiende el veterinario, ya que podemos estar salvando su vida.
Por esa razón, únete a nuestra campaña "GatoViral" y ‘¡No dejes que este gato se vuelva viral!’. Asegúrate de que tu gato lleva al día el calendario de vacunación. No solo estarás protegiendo la vida y la salud del animal sino que, en el caso de la rabia, también la de tu familia.