La estimulación física es una de las necesidades de un perro. En estos momentos, los paseos se reducen.
Pero eso no significa que dejemos de ejercitar la musculatura de nuestro perro.
Hoy os propongo una sesión de entrenamiento físico canino.
—ERES RESPONSABLE DE TU CUERPO Y EL DE TU PERRO. ADAPTA LOS EJERCICIOS A TU CASO EN PARTICULAR. Siempre mirando por el bienestar físico y emocional de tu perro—
Lo importante de los ejercicios es el cómo, no el qué hagamos. Potencia en todo momento la calma, concentración y sobretodo que disfrute durante el entreno.
Las partes de una sesión:
*Calentamiento: consiste en activar la musculatura de tu perro. Musculatura lateral, core y cuello. Acabamos el calentamiento con un masaje activante.
*AL lío: ejercicios para fortalecer y mejorar la propiocepción (conciencia corporal de nuestro perro).
Hoy os he propuesto:
-Palitos: El objetivo es que el perro sea consciente de sus patas y esquive el obstáculo. Poco a poco iremos complicando el ejercicio.
-Pivotar: Consiste en moverse alrededor de un mismo punto. En este caso hemos usado un Bossu como nuestro punto de referencia.
-Andar hacia atrás: Este ejercicio requiere que nuestro perro sea consciente de donde pone las patas traseras. Mejorando la conciencia corporal.
*VUELTA A LA CALMA: Quizá la parte más importante. Dedicaremos unos minutos a realizar un masaje relajante, y a compartir un momento relajado.
Ahora es tu turno,
¡A por ello!