Aún así, lo que nos ocurrió el pasado jueves es algo tan subrealista que en un principio no sabíamos que pasaba y cuando lo descubrimos no podíamos creerlo.
El episodio misterioso de Lucca
El pasado jueves íbamos caminando tranquilamente por las calles de Nájera cuando Lucca comenzó a cojear de repente. Revisé las almohadillas y la pata y no vi nada, por lo que la deje continuar. En ese momento, empezó a chillar y a ponerse histérica y la tuvimos que coger en brazos e ir corriendo al veterinario.
Llegó allí en shock, con la temperatura y las pulsaciones muy elevadas y temblando. Pero, cuando esto se le paso, no tenia nada… La pata estaba perfecta y respondía bien a todos los estímulos que el veterinario le iba aplicando. La sacamos a dar un paseo en el jardín frente a la clínica y todo parecía ir bien…
Fue tan rara la situación, que comenzamos a plantearnos la posibilidad de que fuese un episodio neuronal ya que Lucca tenía antecedentes, pero era muy tarde y decidimos ir a descansar y observarla hasta el día siguiente.
La acera electrificada
Al día siguiente, tras comentar lo ocurrido con una amiga, me llamó asombrada. Sus perras habían tenido una reacción muy rara al pasar por esa misma acera, se habían puesto muy nerviosas y el paseo había tenido que acabar porque solo querían volver a casa.
¡Pero esto no acaba aquí! Comenzamos a conocer más casos similares de otros perros que en la misma zona mostraban signos de nerviosismo o incluso chillaban como Lucca.
Como la acera llevaba solo unos días pensamos que alguno de los materiales empleados tal vez afectaba a los perros y se lo comuniqué al veterinario tras lo cual llamo al Ayuntamiento. Tras tomarlo por loco, consultaron con la policía local que afirmó tener muchas quejas de propietarios y al revisarlo descubrieron que hay constancia de una corriente eléctrica que sale de la farola cercana.
Antes de realizar las obras, la electricidad solo se notaba en días de lluvia pero tras colocar la nueva acera todos los perros que pisan la zona cercana a la farola sufren una descarga eléctrica.
No se que me alucinó más, el problema en sí o saber que el Ayuntamiento de Nájera tiene constancia del mismo y, en lugar de solucionarlo cuando han realizado la obra, lo ha ignorado así como las quejas realizadas por los ciudadanos que pasean con sus perros y han sufrido los daños de esa corriente eléctrica.
*ACTUALIZACIÓN: Nos comunican que han procedido a reparar la farola y solucionar el problema