Parece que la alfalfa tiene mala reputación en la alimentación natural de nuestros animales pues se considera un producto de forraje de animales de granja.
Pero esto es un error, la alfalfa tiene múltiples cualidades saludables para nuestros perros aparte de un valor nutricional exquisito, veamos porque.
Aunque no debe ser la base de la alimentación de nuestros carnívoros, la alfalfa es una hierba leguminosa que puede complementar la dieta gracias a nutrientes como aminoácidos esenciales, antioxidantes, vitaminas (A, B6, B12, C, D, E, K, P) y minerales (calcio, fósforo, magnesio, hierro, potasio).
Es alta en proteínas vegetales y baja en hidratos de carbono, rica en clorofila y fibra, buena para las digestiones en nuestros perros, ayudando a una mayor asimilación de las grasas.
Mejora síntomas de úlceras de estómago, digestiones pesadas y gases.
Es diurética, por lo que ayuda al funcionamiento y limpieza de sus riñones, buena para perros con cálculos al aumentar su diuresis y en perros con prostatitis por su efecto antiinflamatorio.
Igualmente útil en procesos articulares con dolor, ayudando a la eliminación de la inflamación local, por ejemplo en perros con artritis o artrosis.
Ayuda a disminuir el colesterol, algo raro en nuestros perros pero ocasional en algunos animales con dietas pobres, y ayuda a cualquier problema cardiaco, mejora la circulación.
Contiene mucha vitamina C y hierro, bueno para aumentar la inmunidad del perro, resfriados, anemias, etc.
Es un tónico reconstituyente, ayuda a aumentar la energía, eliminar el cansancio por ejemplo en perros deportistas o ayudar a la recuperación en perros convalecientes.
Por todo esto la alfalfa es un componente no esencial pero si bueno en la dieta de nuestros perros.
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