En ese sentido, podemos definir a los canes como seres omnívoros, aunque sin dudas, la mejor alimentación que pueden recibir es la que se fabrica en la industria como alimento balanceado, que termina procesando los deshechos del proceso productivo de otras fábricas. Es decir, la comida seca.
Hay que tener presente que la oferta de las distintas marcas sobre alimento balanceado para perros en sumamente variada, como así también tiene distintos componentes, según la edad de nuestro perro y lo que le resulte mejor para ingerir.
Un dato a tener presente es que los fabricantes de comida procesada tienen la tendencia de eliminar los cereales en la dieta de nuestros perros y también los granos. La comida balanceada, por lo tanto, muchas veces está sobrecargada de proteínas de origen animal. También, muchas veces, se busca alimentar a nuestros canes con comida cruda, principalmente de carne, lo que intenta emular la alimentación de los perros no domesticados.
A todo esto, es muy importante destacar qué alimentos no resultan para nada beneficiosos o sanos para nuestras mascotas. En este sentido, lo primero a mencionar es el chocolate. Este alimento contiene una sustancia que es la teobromina, que les provoca una intoxicación en el organismo del can que puede llegar a inducirlos incluso a la muerte si es consumido el chocolate en altas dosis.
En esa misma línea, las golosinas no son para nada sanas para nuestros perros, tales como los caramelos, las frituras, las galletitas dulces o con relleno. Todo esto tiende a formarles sarro entre los dientes y, además, tanta azúcar los termina haciendo propensos a la diabetes. Hay que tener presente que existen golosinas especialmente fabricada para que disfruten nuestros perros.
Contrariamente a lo que se cree, los huesos no son del todo beneficiosos para ellos, principalmente los huesos de pollo. Esto se debe a que resultan fácilmente astillables, y pueden ser triturados por nuestros perros, generando esquirlas con puntas muy agudas y afiladas. Estas esquirlas podrían en el peor de los casos perforar el esófago de nuestro animal, y dañarle su boca. También el intestino y el recto se podrían ver afectados por ellas. Como si todo esto no fuese poco, pueden ocasionar bolos fecales de muy difícil evacuación.
Las carnes de cerdo, pecarí y jabalí tampoco terminan de ser recomendables como una alimentación saludable para nuestro can. Principalmente si no poseen un origen sanitario regulado.
Por todo lo mencionado, es muy recomendable que si bien nuestro perrito a veces nos reclame ciertos alimentos que los humanos consumimos, seamos cuidadosos de no darles de comer cualquier cosa, porque la ingestión de ciertos alimentos les podría ocasionar daños irreversibles y claramente, no deseamos que ellos tengan que pasar por eso.