Los perros nacen sin dientes e igual que los humanos, tienen dos series de dientes; los de la primera serie aparecen en los primeros meses de vida y se llaman dientes temporales, deciduos o caducos (dientes de leche), ya que son reemplazados por la segunda serie en la época de crecimiento que son los dientes permanentes.
El período de dentición es la etapa en la que un cachorro cambia de dientes, y sucede entre los cuatro y siete meses de edad cuando a los cachorros se les empiezan a caer los dientes de leche, y dura varias semanas. Es normal que no nos demos cuenta porque además nunca nos encontraremos un diente tirado ya que los cachorros se tragan los dientes. Es entonces cuando los dientes permanentes empezarán a salir y cuando nuestro cachorro morderá todo lo que encuentre (es un proceso muy molesto para él).
Habitualmente, los primeros en caer son los dientes delanteros de la parte inferior (incisivos inferiores), seguidos de los incisivos superiores. Más tarde caen los premolares inferiores y superiores y por último los nuevos caninos y grandes molares en la parte posterior de la mandíbula comienzan a salir.
Signos.
Mordisqueo. Nos damos cuenta que nuestro cachorro está en este período cuando aumentan su mordisqueo. Empiezan a forcejear con juguetes e incluso cogerá su juguete preferido y no parará hasta que éste haya sido despedazado por completo.
Sangre. Si vemos sangre no debemos asustarnos, ya que un poco es normal e inofensiva. La actividad oral en los cachorros conlleva a que se suelte un diente flojo y las encías de alrededor sangren un poco. Este sangrado debería ser pequeño y resolvere por sí mismo en poco tiempo, de lo contrario es aconsejable que se acuda al veterinario.
Agresión. La personalidad de nuestro cachorro puede empezar a cambiar en el este proceso. Nuestro cachorro es “obligado” a llevarse todo a la boca, y es entonces cuando empiezan a pensar sobre la autoridad y el orden jerárquico. Si no se le dirige bien, lo que empezó cómo una conducta de mordisqueo puede llegar a ser mordidas.
Molestar físico. Gemidos, apatía y diarrea es bastante común. Para algunos de ellos, la dentición puede ser muy dolorosa y respondan cómo si tuvieran cualquier otro dolor físico. Los cachorros con dolor pueden convertirse en apáticos y menos interesados en jugar, gemir sin razón aparente, tener un trastorno en el tracto digestivo, disminuir el apetito del cachorro, etc. Si este malestar parece ser más grave, acude al veterinario inmediatamente.
¿Qué hacer?
Es recomendable que les demos juguetes adecuados para ayudarles a disminuir la comezón y molestia de las encías. Es mejor dejarle la mayor cantidad de cosas para mordisquear y cosas que sean interesantes y desafiantes para mordisquear.Si notamos que a nuestro cachorro le molestan mucho las encías, es recomendable que le apliquemos un poco de hielo en ellas para que le calme. Otra opción es meter salchichas o carne en un recipiente de agua, y de ahí al congelador. Esto quedará helado y el perro se entretendrá con la salchicha a la vez que el hielo le calma el dolor.
En algunas ocasiones puede ser que el diente de leche no se caiga y crezca el permanente a un lado. Si esto pasa, puede ser un problema ya que puede dañar el diente adulto, y deberá ser removido por un profesional.
Cuidado de los dientes.
Desde los primeros días debemos acostumbrar al cachorro a dejarse manipular la dentadura por nosotros, ya que será una ventaja para revisarle la caída de los dientes de leche y para empezar a hacerle el cepillado dental. Para mantener una boca sana en nuestras mascotas debemos:
Hacerles un adecuado cepillado de dientes con regularidad.
Darle productos alimenticios diseñados para reducir la acumulación de placa y formación de sarro (huesos sintéticos).
Mantener una dieta que favorezca la limpieza mecánica del diente durante la masticación.
Darle líquidos con clorhexidina y xylitol que se añaden al agua de bebida, evitando así la formación de sarro con su acción quelante del calcio y acción antibacteriana.
Es importante llevar a nuestros cachorros al veterinario para que le revisen los dientes entre las seis y ocho semanas de vida y luego entre los cinco y seis meses. Así revisará la mordida y puede detectar a tiempo la retención de dientes de leche o cualquier otro problema.
En el período de dentición, es importante que cada dueño pase más tiempo con el cachorro y darle la atención adecuada. Así se puede reducir el aburrimiento y alvia el dolor que él está pasando.
Imágenes: quiroso, Ponenti, rodrigomezs, Gonmi / Flickr.