Las tortugas, al ser reptiles de sangre fría, necesitan del calor del sol para mantenerse activas, hacer bien la digestión y que todo en ellas funcione correctamente, pero cuando llega el frío las tortugas se ven afectadas por este y empiezan a reducir su actividad, ya apenas comen o dejan de comer completamente y es entonces cuando van a empezar con su hibernación.
La hibernación hace que las tortugas ralenticen todo su metabolismo para así reducir al máximo todo el gasto de energía para no necesitar buscar alimento en los tres meses que suele durar el frío, que es lo que viene a durar la hibernación.
En ese tiempo, la respiración de las tortugas se vuelve más lenta, no defecan, no orinan, no comen, todo su cuerpo empieza a funcionar en cámara lenta.
Por eso se dice que la hibernación alarga la vida de las tortugas, en ese tiempo que permanecen enterradas mientras hibernan las tortugas no tienen que salir a buscar alimento y enfrentarse a depredadores y también, al gastar menos energía, envejecen más lentamente.
Obsérvalas hibernando:
Antes de que llegue el frío, todos sabemos cuando son esos meses, debemos proporcionar a nuestras tortugas más alimento que de costumbre, y en tortugas de agua dulce una dieta más rica en proteínas, una dieta más carnívora.
Se van a pasar tres meses sin comer nada, todas las reservas de energía que tengan en su cuerpo serán bien recibidas.
Nunca deis a una tortuga de agua dulce una dieta vegana, las tortugas de agua dulce son omnívoras cuando son adultas y carnívoras cuando son ejemplares jóvenes, pero aunque sean omnívoras su principal alimento sigue siendo la carne y el pescado.
Si damos a una tortuga de agua dulce una dieta vegana seguramente muera en la hibernación.
También es muy importante no dejar a las tortugas hibernar dentro del agua, el agua alcanza unas temperaturas muy bajas, si fuera hace frío, dentro del agua hace más, ese frió tan intenso y esa falta de movilidad que tendrán las tortugas harán que mueran dentro del agua, o como mínimo agarrarán una neumonía.
Para que las tortugas hibernen correctamente debemos buscar o proporcionarles una zona con tierra, a ser posible que tenga hojas secas por encima y facilitarles una cueva, la cual podéis hacer con ladrillos, tablones o losas, cualquier cosa que haga de cueva y las resguarde del frío y las corrientes de aire y la lluvia.
Las tortugas no dudarán en meterse bajo esa cueva para pasar ahí el invierno, lo podéis ver en el vídeo de más arriba.
Cuando no dejar hibernar a una Tortuga:
Independientemente si la tortuga es de tierra o de agua dulce nunca debemos dejarla hibernar si esta tiene menos de tres años, es un ejemplar muy juvenil y no tiene la capacidad de resistir una hibernación.
Tampoco dejaremos hibernar a una tortuga, sea pequeña o adulta, que hayamos adquirido recientemente y lleve menos de un año con nosotros, no sabemos como ha sido cuidada y alimentada esa tortuga y las carencias que pueda tener, por lo tanto hasta que no nos aseguremos de que verdaderamente tiene unos buenos cuidados no la dejaremos hibernar.
Si a las tortugas las tenemos dentro de casa realmente no es necesario que hibernen, lo único que tenemos que hacer para evitar la hibernación es poner un termostato al agua y que esta esté a 30 grados y poner una lampara UVB de amplio espectro para reptiles para que en la zona seca también esté a la misma temperatura, bajando un poco los grados en la noche.
De esa manera las tortugas no entrarán en proceso de hibernación y se mantendrán activas y comiendo.
Después de la hibernación las tortugas se despiertan con mucha hambre, algo normal, llevan tres meses sin comer, pero también se despiertan con otro tipo de apetito, apetito sexual, quieren aparearse.
Después de una buena dosis de comida, en primavera, los machos empiezan con el cortejo y las hembras se muestran receptivas, es el momento de aparearse y de criar.
En este vídeo te dejo más claves sobre la hibernación y como despertar a las tortugas de la hibernación correctamente: