Hoy vamos a hablaros sobre este gran problema que tanto temen sus propietarios y que sufren, sobre todo, los perros de gran tamaño.
Las razas más perjudicadas suelen ser el Akita, el Perro de San Humberto, el Borzoi, el Rottweiler, el Weimaraner, el Bóxer, el Bullmastiff, el Caniche Mediano, el Doverman, el Dogo de Burdeos, los Galgos, el Dogo Alemán, el Mastiff, el Mastín Español, el del Pirineo, el Napolitano, el Pastor Aleman, Belga, etc?
Aunque todos los perros, sin excepción alguna, pueden verse afectados.
Causas
Aún no se sabe con exactitud cuál es la causa, en todas las ocasiones, de que el estómago se gire. Pero sí se sabe el proceso, las causas más comunes y sobre todo los síntomas para reconocerlo y acudir rápidamente a un veterinario que tenga equipo para operar de urgencia.
La digestión de los alimentos puede hacer que se acumulen gases producidos por la fermentación de estos llegando a producir una Dilatación gástrica, que es el preámbulo de la torsión. El estómago del perro está sujeto por dos ligamentos, que pueden no ser suficientes para sostenerlo en caso de dilatación, rompiéndose y haciendo que el estómago gire 180º.
Hacer ejercicio o jugar con un perro que acaba de comer o beber en gran cantidad no es nada recomendable, pues esa actividad puede hacer que gire su estómago.
El pienso, al contacto con el agua se agranda y hace que la posibilidad de una dilatación sea mucho más probable, de ahí el consejo de no dejar que el perro beba mucha agua tras comer y, de repartirle la toma de comida en 2 o 3 tomas y no solo en una, la cual sería muy agresiva para su organismo.
Si el perro llega muy jadeante no debemos dejar que coman ni beban, pues lo harían con mucha ansia, entraría aire en el aparato digestivo y con el movimiento agitado del perro podría desencadenar en una dilatación. Hay que esperar a que se relajen.
Síntomas
El estómago al dilatarse crea una sensación de empacho al perro dejándole sin apetito y apático, no se siente cómodo, son los primeros síntomas, además de verle un poco hinchado. Si no ha llegado a torsionar, el perro podrá vomitar para quitarse tanta presión interior. Pero, y esto es muy importante, si vemos que nuestro perro está apático, que está algo hinchado y que intenta vomitar y no lo consigue, que solo sale babilla debemos preocuparnos y seriamente porque posiblemente su estómago esté girado y no pueda expulsar nada, ni por delante, ni por detrás.
Según pasa el tiempo se van hinchando hasta parecer verdaderas cubas, si se dan toquecitos en su abdomen notaremos que suena grave, como un tambor, otro síntoma importante.
Cuanto más tiempo esté el perro con este problema (pocas horas) menos posibilidades tendrá de sobrevivir.
El periodo crítico es tras la intervención, pues ahí es donde se podrá ver qué órganos se han visto afectados por la presión a la que se han visto sometidos.
40% de probabilidades de que la operación y postoperatorio salga bien. Lo más importante es la rapidez en reaccionar.
Mi caso en particular
Había dejado a Amie, mi Drahthaar en el jardín con Yanko, mi pastor alemán, tras una mañana por el campo. La perra ya no estaba jadeante puesto que hasta casa hicimos camino en coche y la dio tiempo a relajarse, por lo que no me preocupé de que bebieran agua.
Me fui con un cliente de adiestramiento, y al volver los saqué a que hicieran sus cosas. Mi perra es muy activa y cuando les suelto siempre se va corriendo y dando algún ladrido, esta vez fue más tranquila y sin ladrar, me extrañó, pero no le di más importancia al pensar que estaría relajada por el ejercicio que realizó en la mañana.
Al volver a casa les puse un poco de comer, mis perros son muy voraces y cuando vi que Amie no quería ni mirar la comida y que estaba un poquito hinchada me alarmé.
Hace dos semanas había estado en urgencias porque me tiró el saco de pienso y comió lo que quiso llegando al empacho, se quedó en un susto, pues los síntomas eran los mismos, tripa hinchada y mohína. Es una perra muy ansiosa, la tenemos de hace 3 meses y no sabemos de su pasado salvo que fue de un cazador? Haciendo memoria sabía que no había comido nada, por lo que empacho no podía ser. Mientras pensaba la perra empezó a intentar vomitar sin ningún resultado. Todo encajaba, lo único que no sabía era el por qué? pero no había tiempo que perder.
La llevé en coche al veterinario con mi hermano detrás cuidando de ella, era incapaz de tumbarse y nos miraba con cara de no entender nada. Tenía algo muy duro en la tripa, que posteriormente resultaría ser el bazo comprimido, el cual perdió.
En cuestión de 2 horas estaba operada de urgencias y quedó la noche en observación.
A día de hoy, dos semanas después la perra está como si no hubiera pasado nada, es muy salvaje, muy fuerte. Pero el susto no nos lo quita nadie.
Resultó que cuando la abrieron salió muchísimo líquido, la perra debió haber bebido con mucha ansia, y aunque luego no hizo ningún ejercicio el propio peso del bazo y la cantidad de agua en el estómago hicieron que se girara. Ningún órgano se vio afectado por la rapidez en acudir al veterinario, salvo el bazo que estuvo oprimido severamente. Esto no le impide que haga vida normal y los puntos han cicatrizado tan bien que apenas se ven.
Al operar se "atan" las paredes de la tripita al tórax impidiendo que vuelva a pasar esto en un futuro. Y que solo se pueda dar una dilatación, también peligrosa pero no tan aparatoso, con una sonda se eliminaría el problema, eso sí, también hay que acudir rápido porque igualmente es muy peligroso.
Como veis además se trata de una Drahthaar, que se sale de lo común, pero por eso mismo no hay que pasar por alto ciertas cosas en la vida de nuestro perro.
Mi única preocupación con ella es controlarla la comida y la bebida, estar atento a que no la entre el ansia y tengamos otro susto, por lo demás ya sabéis, si vuestro perro acaba de comer o beber mucho, no le dejéis hacer ejercicio.
Y muy importante, si hay tripa hinchada, notáis al perro raro e intenta vomitar sin conseguirlo, corriendo al veterinario.
Esperamos haberos ayudado, gracias a leer un artículo como este hace tiempo he podido salvar la vida de mi perra. La salvaje de mi perra.
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